Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano

224 ayuda de los medios de comunicación de masas, cuya tarea consiste, según Santos (2015), en transformar la dominación en hegemonía; o sea, en hacer que los grupos sociales perjudicados por las medidas impuestas por ese modelo lo acepten como la mejor alternativa posible. En efecto, el neoliberalismo se da a la tarea de imponer un lenguaje, divulgando pensamiento. Las Universidades redefinen planes y programas de estudios. La formación de economistas adquiere un perfil crítico a las doctrinas intervencionistas del Estado Social. El mercado se convierte en columna vertebral sobre la cual se edifica el capitalismo post-keynesiano. Sus categorías esenciales son: economía y democracia de mercado, libertad de elección (...), igualdad de oportunidades. Hayek, Von Mises, Friedman y John Rawls son sus fundadores (idem; ibidem) (traducción nuestra). Adicionalmente, con el fin de la Guerra Fría y la disolución de la Unión Soviética, el capitalismo neoliberal - representado por los Estados Unidos, desde entonces transformados en única potencia mundial y alentados por los apoyos de un neoconservadurismo estimulado por prédicas y acciones conservadoras capitaneadas por la ex-primera ministra inglesa Margareth Thatcher – adquirió un status redentor: se `pensó triunfante, con la misión de reconstruir los países de Europa del Este, de combatir el socialismo donde éste intentase florecer y de intervenir, directa o indirectamente, en cualquier país o bloque de países que amenacen su hegemonía. Todo eso, a despecho de ya estar dando señales de agotamiento de su proyecto de dominación imperial. El golpe parlamentario, jurídico y mediático que, en 31 de agosto de 2016, destituyó del cargo de Presidenta de la República a una mandataria electa por el voto directo de 54.501.118 brasileiros - dando inicio al desmonte de la frágil democracia brasilera construida al término de la dictadura civil militar de mediados de los años 1980 – tiene que ver con las estrategias corrientes del grand capital, de preservar su dominio global. Tales estrategias, denominadas por Marx de contratendencias a las tendencias disruptivas de la crisis estructural de este mismo capital – y no simples ajustes, como dan a entender - expresan la radicalidad antisocial por él asumida para, encima de todo, continuar acumulándose y reproduciéndose. Son ellas, siguiendo a Iasi (2017, p. 8): a) intensificación de la explotación, ampliando las formas de extracción de plusvalor; b) rebajamiento de salarios; c) aumento de la sobrepoblación relativa; c) abaratamiento del costo del capital constante; d) ampliación de mercados; e) autonomización de la esfera bancaria, capital portador de intereses. Debemos agregar otra contratendencia que fue teorizada por Lenin (1976) que es la exportación de capitales y la constante división y reparto del mundo en áreas de influencia, o sea, el imperialismo y la guerra.

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