Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
206 Vale registrar la gran fragilidad del gobierno ilegítimo de Michel Temer, cuyas bases sociales, ya demostraban insatisfacción desde 2016, producto de algunos elementos combinados: Del despegue económico titubeante, con ampliación del desempleo, de la capacidad ociosa de las empresas y del endeudamiento; de la corrupción sistémica que está lejos de ser combatida; de las disputas internas por el poder y por el botín; de las medidas impopulares y agresivas contra los derechos adquiridos; y de las luchas sociales en curso. A pesar del apoyo de los grandes medios a todo ese proceso, también este comenzó a perder fuerza. Al lado de eso, lo que no puede ser subestimado, hoy existen redes sociales que involucran a millones de personas, y que han sido uno de los espacios importantes de disputa política e ideológica, minando la legitimidad del gobierno que no consiguió deconstruir la imagen de golpista, incluso con las críticas a los gobiernos Lula-Dilma. Los segmentos del gran capital, que apoyaron el golpe, están buscando alternativas, por ejemplo, acuerdos entre el PMDB y el PSDB que pueden buscar una salida vía elecciones indirectas, lo que apuntaría hacia el agravamiento del golpe, en la dirección de una dictadura constitucional, según el texto de Mauro Iasi (2016). O sea, no hay estabilidad política en el momento en que escribo estas líneas, pese a la mayoría gobiernista en el Congreso. Ejecutivo y legislativo se encuentran en un aislamiento cada vez más fuerte. Pero es un hecho que las luchas sociales no adquirieron la densidad que el momento histórico requiere en Brasil para derrumbar las medidas draconianas y el propio gobierno. Es un hecho, también, que el elemento subjetivo alternativo a todo eso está muy fragmentado todavía, después de años de transformismo y cooptación. Sin embargo, están aconteciendo manifestaciones y luchas, y hay una búsqueda real de formación de frentes de luchas y de izquierda en torno a la construcción de pautas comunes, especialmente contra la regresión de derechos de las medidas propuestas por el golpe. Veamos brevemente algunas de las medidas más representativas de la “marcha de la insensatez” y del “sueño de la razón” que este gobierno ilegítimo del gran capital está colocando en marcha. No podemos olvidar que Henrique Meirelles, el conductor de la política económica, es un representante del capital portador de intereses, el gran beneficiario de lo que está siendo propuesto. La medida emblemática del ajuste fiscal neoliberal de Temer fue la Enmienda Constitucional 95 (EC 95), aprobada bajo fuerte represión en Brasília, en 2016, más conocida en Brasil como PEC del Fin del Mundo . Veamos sus variados significados: i. El discurso de la EC 95 fue el de realizar sacrificios para entregar un país saneado y que vuelva a crecer, pero un didáctico vídeo del Blog Outras Palavras mostró que a pesar de la deuda brasilera haber llegado en 2016 a 4,2 trillones, la relación deuda PIB se mantenía en 55% en 2014, y aumentó a 70,1% en 2016. Sin embargo, es necesario comparar para pensar se hay necesidad de una medida tan destructiva: en 2002, la relación deuda PIB con Fernando Henrique Cardoso era de 81%; la
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