Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
165 una perspectiva histórica y holística, donde lo social y político son componentes esenciales; y, en tanto teoría, quiere explicar cómo países de industrialización tardía logran bienestar material y una condición de renta media. Para él, es un “conjunto de propuestas de reformas institucionales y de políticas económicas a través de las cuales las naciones de desarrollo medio buscan, al inicio del siglo XXI, alcanzar a los países desarrollados” (Bresser Pereira, 2007: 114). Para Sicsú, De Paula y Renaut (2007), es una estrategia de desarrollo que compatibiliza crecimiento y equidad social, donde se promueve un mercado y Estado fuertes; cuyos orígenes se inscriben en las contribuciones de Keynes y Polanyi, en economistas keynesianos contemporáneos y en el neoestructuralismo cepaliano. Bielschowsky (2013) destaca (en el caso de la expansión de la economía brasileña) el consumo de masas, los recursos naturales y la infraestructura, mediados por la innovación tecnológica y la reactivación de encadenamientos productivos. Según Castelo, el neodesarrollismo “promueve mayor apertura del comercio internacional, de la inversión privada en infraestructura y mayor estabilidad macroeconómica” (2012: 624). Según Faé, Goulart, y Zilio (2016), respecto de la división internacional del trabajo, el neodesarrollismo, en vez de apostar por reformas estructurales para la autonomía nacional (como lo hacía el nacional-desarrollismo), se inclina por la articulación con el mercado global, se induce la inversión privada, democratiza el acceso a crédito y promueve políticas de transferencia de renta. El Estado, en este sentido, busca el crecimiento económico y regular una economía abierta internacionalmente y no toma el rol planificador con las características socioculturales del país (como fue puesto en el nacional-desarrollismo). Sintéticamente, podemos comprender este modelo dividiéndolo en tres dimensiones: política, económica y social. En la dimensión política , el neodesarrollismo apuesta por la constitución de un frente o coalición de clases que haría viable la revolución capitalista y estaría compuesta por empresarios emprendedores, trabajadores y los sectores burocráticos (Bresser-Pereira, 2016). Desde una perspectiva crítica, Boito (2012) señala que esta coalición, si bien es dirigida por una burguesía interna, también está compuesta por trabajadores y campesinado, con quienes se establece una relación populista. Este frente, sería el recurso político utilizado por la burguesía interna en pro de su sostenibilidad en el poder, en oposición a una burguesía neoliberal. En cuanto a su dimensión económica , en el neodesarrollismo destaca la importancia de una tasa de interés lo más baja posible, sostener los equilibrios macroeconómicos, de precios y el crecimiento. El desarrollo económico es “un proceso estructural de utilización de todos los recursos domésticos disponibles con el fin de lograr la máxima tasa de acumulación de capital ambientalmente sostenible, basada en la incorporación de progreso técnico. El objetivo primario es el de alcanzar el pleno empleo de los recursos laborales disponibles” (Fundação Getulio Vargas - Centro de Estudos do Novo Desenvolvimento, 2010: p. 1). Estos procesos son promovidos por un Estado desarrollista, capaz de encabezar el crecimiento económico, que
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