Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano

142 de equivalencias y “democráticamente planificada”, es decir; donde los intercambios de los sujetos económicos se realicen sobre valores iguales o cantidad de trabajo y esfuerzos laborales iguales aportados a la generación de riqueza social. Por otro lado, en el campo político, Dieterich habla de democracia directa y participativa para superar la democracia burguesa formal y la relaciona con “la capacidad real de la mayoría ciudadana de decidir sobre los principales asuntos públicos de la nación ” 195 . Por otra parte, para Dieterich, el sujeto emancipador no es solo la clase obrera, como se creyó durante el siglo XX, sino todos aquellas víctimas del capitalismo neoliberal reunidas en un campo multicultural, pluriétnico, policlasista, global y de géneros y “abarca a todos aquellos que coincidan en la necesidad de democratizar a fondo la economía, la política, la cultura y los sistemas de coerción física de la sociedad mundial” 196 . A su vez, Marta Harnecker coincide en la idea que el socialismo del siglo XXI implica una democracia social y política en que la ciudadanía es la “que conquista, que toma decisiones; que ejecuta y controla; que autogestiona, que autogobierna […] La participación, el protagonismo en todos los espacios, es lo que permite a la persona crecer, ganar autoconfianza, es decir, desarrollarse humanamente” 197 . Asimismo, estos rasgos se conjugan con potenciar la “autonomía y descentralización en la toma de decisiones”, para evitar la burocratización del Estado. En el plano económico, Marta Harnecker señala que el socialismo del siglo XXI, se caracteriza por poner en su centro a la persona, pues se rige por una lógica humanista y solidaria orientada a la satisfacción de las necesidades humanas y no a la obtención de lucro. Además, respeta la naturaleza y lucha contra el consumismo, ella dirá, nuestra meta no debe ser “vivir mejor” sino “vivir bien” 198 . En este sentido, Harnecker, sigue las contribuciones de Michael Lebowitz respecto de la producción, quien plantea que esta debe responder a una planificación participativa y estar orientada a la satisfacción de las necesidades, respetando a la naturaleza bajo el uso racional de los recursos naturales y buscando el pleno desarrollo humano. Respecto de los medios de producción, se plantea la propiedad social, lo cual no es equivalente a que el Estado pase a ser el propietario legal de estos medios, sino que los trabajadores se apropien del proceso de producción y participen en las diversas etapas de este, aportando su pensamiento-conocimiento y su hacer 199 . Por otra parte, Mészáros coincide con lo señalado al destacar como núcleo central del socialismo del siglo XXI, la progresiva transferencia de la toma de decisiones a los productores asociados, expresado en la participación 195 Ibid . p.,48 196 Ibid . p.,58 197 Harnecker, op.cit. p.,84 198 Ibid . p.,98-101 199 Lebowitz, op cit. p., 45-46

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