Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
124 Pasemos, ahora, al tema de los cambios estructurales en la distribución y en la producción. El Gráfico 9 muestra indicadores de distribución funcional o primaria del ingreso que confronta, por un lado, los rendimientos del trabajo y, por otro, del capital. En Chile, las series B y C cubren el período 1999-2009. La serie B es la participación de los salarios en el ingreso total (salario + rendimiento mixto + excedente operacional bruto) y la serie C es la participación de los salarios más los rendimientos mixtos en los ingresos totales. Ambas muestran, claramente, tendencia a la caída en 1999-2006 (2007) y mejora en 2008-2009. Sin embargo, las participaciones en 2009 están debajo de las participaciones correspondientes a 1999. La serie A, por su parte, expresa la participación del salario en el ingreso total en 2003- 2014. Ella confirma la caída en 2003-2006 y apunta la elevación en 2007- 2014. O sea, en el gobierno de Ricardo Lagos (marzo de 2000 – marzo de 2006, Partido Socialista) los salarios tienen una pérdida relativa, mientras que en los gobiernos de Michelle Bachelet ( marzo de 2006 – marzo de 2010, Partido Socialista) y Sebastián Piñera (marzo de 2010 - marzo de 2014, Renovación Nacional) los salarios tienen ganancias relativas. Las series A, B y C parecen fuertemente cointegradas, por lo tanto, en el período 1999-2014, es muy probable que, en la perspectiva de los trabajadores, las caídas observadas en 1999-2006 no hayan sido compensadas por las ganancias en 2007-2014. Es posible levantar la hipótesis de pérdida relativa a partir de la proyección de la serie C (salario + rendimiento mixto / ingreso total) para 2010-2014, a partir de la serie A (salario / ingreso total). El resultado es la caída de la proporción salario + rendimiento mixto / ingreso total, de un 70% en 1999 a un 63% en 2014. 168 En Venezuela, la proporción salario + rendimiento mixto / ingreso total, tiene fluctuaciones importantes que reflejan la propia inestabilidad de la economía venezolana, más que alguna tendencia significativa o evidente. O sea, los extraordinarios resultados obtenidos en la reducción de la desigualdad y de la pobreza no tienen contrapartida en cambios en la distribución funcional del ingreso, que expresa, en buena medida, cambios en la estructura de producción y en la distribución de riqueza. En Brasil, se observa la tendencia de aumento gradual de la participación del salario en el ingreso total de 41% en 2000, a un 43% en 2008 y 45% en 2014. Sin embargo, la relación entre salario + rendimiento mixto e ingreso total, se mantiene relativamente estable en 2000-2014 (aproximadamente 57%). Las evoluciones de la distribución funcional del ingreso, en los tres países en análisis, quedan más claras en el Gráfico 10, que muestra las medias anuales de las proporciones en 2000-2004, 2005-2009 y 2010-2014. En el caso de Chile, la evidencia es de empeoramiento de la ya elevada concentración del ingreso que favorece al capital. Para ilustrar, la relación entre salario + rendimiento mixto e ingreso total cae de 65% en 2000-2004 a 61% en 2010-2014. Esa misma relación se mantiene 168 La ecuación usada para la proyección es Y = 0,921 + 1,438 X , R² = 0,986. Y es la participación del salario + rendimiento mixto del ingreso fiscal total y X es participación del salario en el ingreso total.
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