Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
102 concurrencia bélica por una promisoria rivalidad en torno a la educación, el deporte o la cultura 149 . Si esta ingenuidad no tuviera consecuencias prácticas pasaría desapercibida como otra banalidad liberal. Pero con ese tipo de reflexiones se avala el derecho de intervención imperial en Kosovo, Irak o cualquier otra región señalada por el Pentágono. Harris elude la denuncia de este tipo de expediciones, estimando que solo transparentan el uso de armas o relaciones de poder ya existentes 150 . Pero el socioliberalismo no se limita a convalidar el status quo . Se ha especializado en perfeccionar un piadoso disfraz para recubrir las operaciones imperialistas. Iglesias afirma que soslayar el sostén de esas acciones conduciría a un resultado peor. Las matanzas entre grupos nacionales, religiosos o raciales, embarcados en operaciones de limpieza étnica, quedarían impunes. Por esta razón, postula reemplazar el principio de no intervención por formas humanitarias de injerencia 151 . Con un lenguaje más descarnado, Sebreli desenvuelve las mismas propuestas. Convoca a relativizar el concepto de soberanía territorial y resalta la meritoria labor cumplida por Estados Unidos en el derrocamiento de Noriega (Panamá) y Sadam (Irak). Con el mismo cinismo que exhiben CNN o FOX, afirma que habría sido inadmisible abandonar a su suerte al pequeño Kuwait invadido 152 . Con esas falacias se acepta la doble vara que impone la diplomacia norteamericana. Cuando un adversario de Estados Unidos perturba el orden global merece castigos inmediatos, pero cuando lo hace un aliado del imperio debe ser comprendido en silencio. En esta duplicidad se basa el tramposo criterio neoliberal de custodia de los derechos humanos. Basta registrar la devastadora secuela de destrucción que dejan todas las agresiones imperialistas, para notar cuánto cinismo subyace en los llamados liberales a “empoderar a la sociedad civil” contra el belicismo estatal. La misma hipocresía presentan las convocatorias a forjar valores cosmopolitas, promoviendo desarmes o cortes internacionales de justicia 153 . La socialdemocracia globalizada se ha transformado en una usina de propaganda imperial. Revalida el derecho de intervención colonial con viejos argumentos de los opresores. Se imagina a sí misma como la encarnación suprema de la civilización y actúa como vocera de las causas más retrógradas del capitalismo contemporáneo. 149 Harris, Nigel. The Return of Cosmopolitan Capital: globalization, the state and the war , I. B. Tauris 2003, London, (pag 213-218). 150 Op. Cit. (pag 213-218). 151 Iglesias, Fernando. ¿Qué significa hoy ser de izquierda? Sudamérica, Buenos Aires, 2004, (cap 3- 4-5-13) 152 Sebreli, Juan José. El asedio a la modernidad, Sudamericana, Buenos Aires, 1992, (pag 192, 201). 153 Iglesias, Fernando. “Intelectuales por la democracia global”, La Nación, 25/06/2012
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