Aluviones y resiliencia en Atacama: construyendo saberes sobre riesgos y desastres
Desafíos y propuestas de políticas públicas ante riesgos y desastres socionaturales 323 namentales a la población afectada. En el caso de emergencias complejas, vale decir, aquellas emergencias que no pueden ser abordadas sólo por los medios locales, siendo necesario acudir a medios nacionales o internacionales de asistencia, una de sus principales características es la baja probabilidad de ocurrencia pero el alto impacto que provoca. En este caso, la respuesta de política debiese estar orientada hacia la construcción de resiliencia económica y social. En este contexto, la planificación y anticipación de largo plazo es fundamental y las respuestas deberán tener el componente de flexibilidad y adaptabilidad. En relación con la implementación de la política, Handmer y Dovers (2007) señalan que pueden desarrollarse tres estilos de implementación: a) coercitivo , a través del cual el gobierno establece marcos regulatorios y procedimientos para prevenir los riesgos o enfrentar las emer- gencias; b) cooperativo , donde se busca integrar a la comunidad y los niveles de los gobiernos locales del Estado como aliados en la gestión de la emergencia c) persuasivos, con el objetivo de concientizar a las comunidades sobre los riesgos a través de la educación pública u otros instru- mentos educativos. 2.3. Evaluación de política Finalmente, la etapa de evaluación de política conlleva una observación continua de la efectivi- dad de la política diseñada en base a información empírica, recolectada y analizada periódica- mente. Específicamente, en materia de respuesta a catástrofes socio-naturales la evaluación y aprendizaje es un proceso crucial porque determinará la permanencia, ajuste o reemplazo de la política pública. Sin duda, es importante destacar que a través de cada una de las etapas del proceso es per- tinente la participación ciudadana, con el objetivo de alcanzar las metas inicialmente definidas en la política y con el fin que la comunidad la haga suya (Fuster, 2017; Imilan, Fuster y Vergara, 2015). 3. 25M: Evidencias de la vulnerabilidad de una política pública para enfrentar catástrofes Uno de los elementos más distintivos al analizar la respuesta de las instituciones públicas a la catástrofe del 25M es la ausencia de una política pública integral, que incluya la prevención, la respuesta misma a la emergencia y el proceso de reconstrucción como un todo. Esto puede ser explicado en parte, porque el problema público definido por los policymakers es la situación de emergencia solamente, en un período de tiempo muy acotado, no incorporando en la definición factores preexistentes que podrían ser prevenidos o, por otro lado, porque la reconstrucción puede ser entendida solo como la reconstrucción de los bienes materiales afectados, no considerando otros factores como la estructura social y cultural impactada por esta catástrofe. 3.1. Vulnerabilidades de las acciones de prevención Desde el punto de vista técnico, en el caso de la tormenta del 25 de marzo del 2015, se evidencia que no existía la capacidad técnica instalada en los organismos gubernamentales en distintos niveles para analizar las diferentes variables meteorológicas ni tampoco antecedentes sociales, como los registros históricos de eventos anteriores, el grado de vulnerabilidad de la población,
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