Aluviones y resiliencia en Atacama : construyendo saberes sobre riesgos y desastres

Aluviones y resiliencia de Atacama. Construyendo saberes sobre riesgos y desastres 314 diversidad de ideas para enfrentar la incertidumbre asociada a los desastres de origen natural, sobretodo en un contexto de cambio climático. Es reconocido que, tanto en la práctica como en la literatura científica, aumentar la participación, es uno de pilares para la construcción de la resiliencia. Los entrevistados destacaron que debiesen ser los municipios los encargados de transmi- tir información a la población, como la magnitud del evento, sin embargo, debemos recordar que los funcionarios municipales reaccionaron frente a la emergencia de la mejor manera posible y que probablemente tampoco conocían a cabalidad la magnitud, ni los conceptos técnicos que estaban relacionados al evento del 25M, y que difícilmente entonces podrían transmitir infor- mación con este nivel de complejidad a los vecinos. Al respecto, vale la pena reflexionar sobre cuál es el rol de los científicos en transmitir esta información, así como los esfuerzos que deben hacer éstos no solo para entregar información a quienes la necesitan de manera oportuna, sino también proporcionarla en formatos y lenguaje entendible, es decir traducida desde el lengua- je científico a un lenguaje accesible para los ciudadanos comunes. Por otra parte, es relevante considerar y consultar a las mismas comunidades respecto de qué información es de su propio interés, siendo este último aspecto pocas veces consultado. De este modo, resulta relevante con- sultar a las personas de la propia comunidad qué información necesitan o están interesados en recibir, de modo que se pueda avanzar no solo en la entrega de información unidireccional, sino también para que exista una mayor posibilidad que esta información se convierta en conoci- miento accesible por parte de la población. Por último, es necesario poner atención a la llamada interfaz ciencia-política y sociedad, la cual requiere de un urgente acercamiento no solo a nivel central, en donde se han realizado avances, sino también, y especialmente, a escala local. Este trabajo coordinado, que debiese guiar las acciones futuras, no debiese dejar indiferente a los centros de investigación y universidades del país. La información fue entregada a la comunidad principalmente durante la emergencia, y en una menor medida (casi nula), en la etapa de preparación para la comprensión de la amenaza. Es esta última fundamental de robustecer, de modo de lograr moverse desde la reactividad a la proactividad, y así fortalecer la resiliencia de la comunidad. Por último, es importante mencionar que el presente estudio generó información de cam- po (Figura 10), que busca no solo contribuir a la teoría, por lo cual sería relevante realizar una devolución de esta misma información a quienes más la necesitan, es decir, la población vul- nerable y expuesta a este tipo de desastres. Lo anterior, por ejemplo, a través de talleres o de la distribución del presente libro, de modo de aportar en la construcción de la resiliencia que permita disminuir el riesgo. Finalmente, para futuras investigaciones se recomienda no solo recoger la opinión de los damnificados, sino también de otros actores relacionados a la gestión del desastre.

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