Aluviones y resiliencia en Atacama: construyendo saberes sobre riesgos y desastres
Metales y metaloides en muestras de polvo depositado en diferentes sectores de Atacama 191 resultante al parecer es la combinación de ambos períodos de tiempo de la exposición. Los efec- tos de la exposición perinatal a plomo en conductas delictivas investigados por Needleman et. al. (1996, 2002) demostraron que la exposición a temprana edad (demostrada radiológicamente por niveles de plomo en la tibia, que se osifica alrededor del nacimiento incorporando dicho ele- mento desde el ambiente), guarda una relación con conductas antisociales y delictivas en la ado- lescencia. En concordancia con estos hallazgos, Nevin (2000, 2007) demostró una correlación entre la importación de plomo para ser adicionada a la gasolina o a pinturas habitacionales, con tasas de delitos, en diversos países, siempre que se aplique un desfase de un número de años, porque un recién nacido no ejecuta delitos. Una clara correlación plomo/delitos en diversos paí- ses (Finlandia, Francia, Inglaterra, EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Alemania Occidental, Italia) se obtenía con un desfase de 18 a 19 años (Nevin, 2007) lo cual sugería un mecanismo biológico además de otras condicionantes (socioeconómicas, culturales o el rigor de las medidas coercitivas) en esos países. Basado en el aumento de afinidad receptores d-opiáceos cerebrales descrito en animales de laboratorio (McDowell & Kitchen, 1988), Tchernitchin & Tchernitchin (1992) y Tchernitchin et al., (1999) propusieron que la exposición perinatal humana a plomo podría estar relacionada con el aumento de adicciones a drogas de abuso estimulantes y opiáceas; la proposición de Tchernit- chin & Tchernitchin (1992) fue confirmada en animales de experimentación por Kitchen & Kelly (1993) al demostrar que sólo en ratas adultas expuestas prenatalmente a plomo y luego tratadas con droga opiácea, se producía el síndrome de privación al suspender la acción del opiáceo con naloxona (antídoto opiáceo). Más tarde se realizaron otros estudios que confirmaron que la ex- posición prenatal a plomo facilitaba la adicción a cocaína (Nation et al., 2003, 2004; Rocha et al., 2005; Valles et al., 2005), pero que protegían de las adicciones a otras drogas tales como heroína (Rocha et al., 2004) y metanfetamina (Rocha et al., 2008). Es necesario considerar el efecto de la exposición perinatal o infantil a plomo en el sistema nervioso central que se ha descrito a concentraciones extremadamente bajas de plomo, conside- radas todavía “aceptables”: disminución del coeficiente intelectual, de lamemoria, de la capacidad de atención, tendencia a adicción a drogas de abuso opiáceas y estimulantes, agresividad y ten- dencia a conductas antisociales y delictivas.Todos ellos demostrados en estudios epidemiológicos. La infertilidad por plomo es tan conocida desde tiempos antiguos, que el historiador Gilfi- llan (1965) propuso que la infertilidad y los efectos neuroconductuales causados por exposición a plomo, procedente de vinos almacenados en vasijas de plomo y de la red de agua potable con cañerías de plomo, causaron los efectos que determinaron la decadencia y el término del Impe- rio Romano. Igualmente, es posible suponer que una exposición masiva a cantidades pequeñas de plomo puede causar daños muy severos a nuestra sociedad. Recientemente hemos comen- tado que la información aquí presentada “debiera alertar a la población mundial para aplicar estándares más estrictos y endurecer la legislación para proteger las futuras generaciones de enfermedades que puedan desarrollarse post exposiciones prenatales o infantiles tempranas” (Tchernitchin & Gaete, 2015). En ese sentido, para el plomo, ya no se adiciona a los combustibles de vehículos motorizados en la gran mayoría de los países, y actualmente Organización Mundial de la Salud se ha programado para crear la Alianza Mundial para Eliminar el Uso del plomo en la Pintura (OMS, Centro de Prensa, 2016), que es otra de las fuentes importantes de contaminación con dicho elemento (Tchernitchin & Castro, 2002; Tchernitchin et al. 2005). En consecuencia, es de extremada importancia preocuparse de disminuir los niveles de plomo en el medio ambiente, en beneficio de la salud y calidad de vida de las futuras generaciones en nuestro país.
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