El concepto de cultura

5 un proceso de gradual abstracción, lo que caracterizará permanentemente la noción de cultura» El verbo latino posee pues un sentido f ís ic o y moral, concrete y abs­ tráe te . La palabra cultura misma ex is t ió en la t ín , y ss un femenino de la primera, declinación, que significaba tanto e l cu ltivo concreto como la edu­ cación asi esp íritu . El tránsito del término cultura será primero a través de un proceso de personificación, de subjetivación, como una metáfora que sa aplica, & algo acontecido ya no a l campo sino a un ser humano concrete. El término va ganando en abstracción que llega a un punto climático cuando cultura jasa a re fe r irse a un co lectivo todo, a l género humano, y no sol© ya a un individuo. Lamentablemente la totalidad de las huellas lingü ís ticas de este proceso no están del todo documentadas. Es necesario dec ir desde ya que desde al in ic io la relación entre cultura y c iv iliza c ión es ambigua en cuanto e l campo semántico que han cubierto ha sido la mayor parte de las veces e l mismo y sólo algunas ve­ ces d iferen te . El algún memento previo a l uso técnico y moderno dsl té r ­ mino cultura, cultura s ign ificó e l acto da c iv iliza c ión do individuos. En cada una de las lenguas occidentales esencialmente implicadas en la u tiliza c ión moderna del término (ea dec ir, en e l francés, alemán, inglés, español, ita liano y ruso), cultura se yuxtapuso con términos ta les como humanidad, c iv iliz a c ió n , esp íritu . El tránsito decisivo acontecerá a fines del s ig lo XVIII, cuando la expresión cultura que en la Edad Media era definida en relación a l culto de la re lig ión , empieza a adquirir las connotaciones de "costumbre", "trad ición” y "herencia s o c ia l" , Esta intuición que desarrollará un concepto que hoy día se presenta com© p o li- sémico, multívoco y ambiguo, es en realidad un proceso sumamente complejo y no del todo esclarecido, del oval se apuntarán aquí sólo algunas de las instancias que hasta ahora han sido históricamente explicítadas» La noción de cultura que está detrás del termino mismo fue u tilizada antes que e l término mismo. Los griegos, Homero, Heródoto, Hipócrates, se asombraron fronte a la cultura y fronte a otras culturas. A Cicerón se atribuye la expresión "cultura animi". Dante y Boecio reconocen la realidad de algo para le eu&l no usan la palabra cultura, pero es eso lo que quieren dec ir . Se ha argumentado que Pico de la Mirándola, Pascal, y Bacon hicieron uso lin gü ís tico en mayor o menor grado de esta noción, la cual empezará a desarrollarse después del postrenacimiente. Hay diversas tradiciones e investigaciones que intentan explicarse la h istoria del término cultura, en diferentes épocas. Aunque de esta manera se arrojan algunas luces parciales a l proceso, la totalidad s i ­ gua apareciendo aún encubierto, como ya se ha dicho. Parece ser c ier to que la expresión cultura que hoy día se u t iliz a con un sentido técnico proviene originalmente dsl francés, desde donde pasó a l alemán y luego a l inglés, para expandirse inmediatamente tanto a las restantes lenguas romances como a las lenguas eslavas, e l ruso y a los paises bajos. Puede decirse que la noción de cultura fue expresa­ da primero en francés, alemán e inglés mediante e l término c iv iliz a c ió n , Este término en su connotación moderna probablemente aparece en e l s ig lo XVI, con e l verbo c i v i l i z a r y más tarde con e l substantivo c iv iliz a c ió n . El la t ín e lv is , que s ign ifica ciudadano lib r e (masculino y femenino), mantuvo un sentido p o lít ic o y urbano, y por consiguiente c iv iliza c ió n

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