El concepto de cultura
25 y «1 estado, El Ecdo do ciaunicacicn capitalista también puede sar examinada desdo la persp-ctiva do ®tro elemento quo participa en ®1 pr cese económico, el dinoro. Esta. reflexión de Marx quo emplaza apr redondo en les "Manuscritas eccncalcc-filccÓficos do 18W-", y qus so continúa en teda su período «cene- mica (1857-1875)* permito concluir qu# el dinoro es el Esdio por oxcolancia dal moda da producción capitalista. El modio de comunicación puede sor mi rada dasda la perspoctiva dal capital, 1® cual significa qua en al capita lismo el valar da intoroambio, que es un intermediario, so convierto en Es ta fina l. Esta cambia da estructura do la. circulación primitiva, (sorcancía- dinara-marcancía) u la circulación capitalista (dinor -aorcancíi-dinore) cenvierto a l capital an un medie de comunicación a través dol cual so expre san las relaciones sociales entra les duoñes y las no dueños da la fuerza da trabaja. Esta última concepción da Kittelart y Do la Roya muestra coma un con cepta eriginalmente aplicado a la totalidad social puedo ser ahora proyac- tado a la superestructura. El ccncopta do modo do producción sin embargo no os aún un concapto epistanolcgicacanta fundada y formalizada dentro do un cuerpo establo y sistemática do necicnos, dabid© a la naturaleza dinámi ca misma da la tradición teórica marxista, En alguna cases, per ejemplo, se llaga a identificar moda da producción can formación socialj an otros, la fermación social contieno par definición varíes modos do preduccióü. No os aún suficientomont# claro en qur censista un mod© do comunicacien, un moda da producción da la cemunieaciín, o un modo do las fsrmae do ctrnunlca- cién. Hasta aquí sa han axaminado diversas alternativas da tratamiento da la cultura dentro da la tradición marxiste.. Algunas do ollas toman cea® foco da atención al arto, o les medies d$ comunicación; otras so concentran más bian an la historia do las ideas, o en la perspectiva, da la teoría d© la información, o de les aparates culturales. En ol tratamiento do cada una d# estas áreas do le superestructura todos les autoras se han remitid© a los trabajas clásicos do Marx y Engels^ y desdo cada punta de vista diferen te se ha apuntad® a una misma problemática. Sa rovola aquí una multiplici dad da apraxiraciones notcdolcgicas qua presentan contenidos en algunos ca ses alternativos aunqua se basan en el mismo discurso toórico matriz, y per lo tanto, tienden a usar una terminología similar. La inauguración do una nueva porspoctiva disciplinaria sobro la cultu ra, la da la ciencia política dentro del marxismo, permitirá avanzar en la problemática da la cultura y posibilitará a l mlsm tiempo la organización da otres aportas. Sin embargo a l mismo tiempo devalará esa© dontro de la tradición marxista subsisten por 1® msnes dos posiciones • tendencias pri marias can respecta a la cultura.. La primara do alias, la dol marxismo or todoxo , so fundamonta básicamente on algunos textos do Engols y Lonín. Un oxamon dotonido del sistema político do Lonin es indispensable para ebsorvar come en él so eiorran las posibilidades teóricas para ©1 desarrollo de ura tcería marxista de la cultura. 6, Cultura y ciencia política» El modelo leninista do la tcería marxista ííarx no oseribic una tesría política do la misma manera quo n® fcxpuso una teoría de la estética e una teoría ds la cultura. El primer continuador del marxismo, Engals, so vo obligad: a dar una respuesta a los agudos pro blemas políticos presentad: s al movimiento comunista. La respussta da En-
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