El concepto de cultura
18 do, después da un largo período de gestación. Es este un momento en que Europa? culmina en una contradictoria autoconciencia la cual se patentiza en estas dos manifestaciones c r ítica s y descriptivas que de algún modo trascienden la experiencia h istórica en la. cual se gene raron. Cuando s® intenta exp lic ita r las relaciones entre cultura y marxismo, es necesario aclarar primero que no solo se está hablando tan solo del concepto de cultura sino que también» en muchos uasoe, del fenomano llama do cultura, y en algunos casos» do la teoría de la cultura, Segunde, coso ya se ha sugerido, no hay un solo marxismo, sino que uní riqueza múltipla de perspectivas, una compleja tradición teórica compuesta por diferentes autores, escuelas, tendencias, obras, períodos. Se podrí», hablar de mar xismos, como una simple constes,tac ion histórica podría sustanciar. Sn realidad, para al propósito de este trabajo, convendría hablar da un mar xismo cambiante, una teoría en constante desarrolle» que es a l mismo tiem po un método de aproximación a la realidad social ob jetiva , una manera de pensar osa realidad, y ion modo ds situarse en e lla » Esa diversidad rea l de producción teórica dentro • de una misma tradición asta fundamenta da en s1 hecho de que las diversas tendencias reclaman para s í una posición do legitim idad en relación a la matriz conceptual orig inaria de lo s dos fundadoras clásicos» üarx y Engels. la concepción de tradición marxiste que aquí s® u t iliz a intenta reproducir lo más fielmente posible las condi ciones rea les , por lo tanto esgrime más bien un modelo incluyante qu® recha zante, lo cual permite contrastar @1 tratamiento del concapto d* cultura con diversas aproximacienes. Igualmente e l marxismo es definido como guía jara la acción, aná lis is c lan t ífic o ds la realidad h istórica» proyecto revolucionario para construir una sociedad sin clases, por un lado, y por otro también es caracterizad© como la conciencia c r ít ic a ds la necesidad do liberación ds todas formas da opresión ds lo humano, unidad entro la teoría, y la práctica, una v is ión d® mundo, Podría argumentarse en contra de una concepción amplia del marxis mo, porque in c lu ir ía definiciones contradictorias entre s í pero esa con cepción tras aquí la capacidad ds prov»*y“ con e l beneficio de un campo eartografi&do que revela la enorme expansión d® las ideas céntralas de la teoría elaborada por Marx y Engels, Esta diversidad d® marxismos trae cerne consecuencia inmediata una d ive r sidad de aproximaciones a l f ' r i m o y '1 concilio de cultura. La problemá t ic a de la cuestión cultural no exista en algunas da las formalÍ2acion®s del marxismo, mientras que en otras s¡* convierto *n un ojo ideológico cen t ra l de tales sistemas. Aparte de estos dos casos, otros dos suelen ser frecu«ni®s dentro del marxismo• 0 la cultura s® reduce a c r ite r io s econe&i- c istas , la mayor de Ic s vecos» o a c r ito r io s p o lit ie o s , donde apar«c® s iea - p±e suboràlnada, o se intenta un camino nuovo para, fundar la necton de cul tura qua sin embargo, por una u etra xazon, *3 ideològica o ©pisisinologica mente srrado. Es posible constatar la ausencia del termine y da la noción rl® cultura como ta l «n la-obra de Marx, En sus escritos , se puede dec ir , *n general, que durante ©1 período ds formación ideológica d<* Karx (184C-1850) s® intro duce la metáfora del e d if ic io con infraestructura y superestructura, la cual a l ser tomada literalmente como válida, termina caracterizando a la super estructura como mero «pifonomeno• Posteriormente, durant« los períodos da ds formación p o lít ica (1850-1856) y «conémica (l$¡|??-137£)* Karx Usad.® a
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