El debate internacional sobre políticas culturales y democracia

53 Se trata dé ■una postura que enocierta medida se acopla a las teorías -de la manipulación y coloniza ci6n cultural dé los ’70, .pero-que es menos mani - qüeísta. Una postura- que desconfía del mercado co mo índice de demanda o garantía de control social. Una postura que plantea -en cuánto a políticas culturales- la responsabilidad de los Estados Na­ cionales, en un espectro de acciones que abarca desde apropiarse y adaptar los factores exógenos, pasando por la no-^dependencia y hasta la desvincu­ lación' total de la "metrópolis. Todo ello vía po­ líticas de restricción o ’de fomento. Plantea tam­ bién -como garantía de control social- la necesi dad de involucrar en las políticas culturales y có municativas a los sectores intermedios u organiza­ dos de la sociedad. b) La segunda postura, aun cuando reconoce los proble mas que ofrece el estado actual de los flujos cul­ turales, tiende más bien a subrayar el potencial de las industrias culturales como factor para el desarrollo y la democratización de la cultura. Tal postura está bien representada, por ejemplo, en la reunión de expertos que en junio de 1980, cori vocó en Montreal la UNESCO, reunión que tuvo el ob jeto de "examinar el lugar y la función de las in­ dustrias culturales en el desarrollo cultural de las sociedades". Los resultados de este evento fueron publicados en un libro de titulo significa­ tivo: Industrias_culturales: el futuro de la cul tura en juego i3bj. Segón esta postura el crecimiento y consumo cultu­ ral evidencian que el progreso de la democratiza­ ción cultural se está concretando mucho más amplia (38) Editado en español por UNESCO y Fondo de Cultura Económica, en 1983, México.

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