El debate internacional sobre políticas culturales y democracia

50 la expansión y en la democratización cultural. Desde este ángulo la industrialización de la cultura sería una instancia que si bien acarrea distorsiones conlle­ va también enormes potencialidades. Vale la pena dete nernos brevemente en estas dos posturas. a) Dentro de la primera pueden mencionarse a autores como Armár\d y Michele Mattelart., Xavier Delcourt, H. M. Enzensberger, Herbert I. Schiller y Cees Hamelink (35). Se trata de una postura que se nu­ tre del análisis del rol de estas industrias en los flujos culturales entre diferentes naciones. Y que percibe en la naturaleza y en el estado ac­ tual de estos flujos -como también en los usos so ciales de las nuevas tecnologías, y en la crecie_n te interdependencia y mundialización de la eco­ nomía y de la cultura- percibe, decíamos, una ame naza para la autonomía y la identidad' cultural de los países periféricos y en último término para el propio desarrollo de estos países. Las industrias culturales no son en este sentido simples medios de producción, sino -para usar un término de Enzensberger- industrias de la conciencia, que cumplen por ende una función integrativa en la me­ dida que aseguran la adhesión de sectores masivos al sistema que las hace posibles. De modo que (35) Véase A. Mattelart, Xavier Delcourt, Michele Ma­ ttelart ¿La cultura contra la democracia?, Barce­ lona, 1984; Jean Louis Reiffers Las empresas transnacionales y el desarrollo endógeno, Madrid, 1982; Kumar Krishna Transnational enterprises: Their impact on Third World Societies and Culture, Colorado, U.S.A., 1980; Raquel Salinas y Leena Paldan "Culture in the Process of Dependant Development" en National Sovereignity and In - ternational Communication, New Jersey, U.S.A., 1979; Cees Hamelink Hacia una autonomía cultu­ ral en las comunicaciones mundiales, Buenos Aires,

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