El debate internacional sobre políticas culturales y democracia

14 de América Latina a la-gestación permanente de un sin­ cretismo cultural y de una .cultura del mestizaje» ,Se supera- asi una visión dualista que solía identificar dos polos casi autónomos (por un lado la cultura indí­ gena;, tradicional o rural y por otro la europea, mode£ na- q > urbana) y que tendía a concebir el desarrollo cul tural como el paso de un polo a otro» En este sentido las políticas culturales propuestas se orientan a pro­ mover la interacción cultural y a evitar los enclaves o la mera yuxtaposición de culturas. La diversidad, entonces, es transitoria en la medida que apunta -con la modernización y con la mezcla continua de tradicio_ nes y cosmovisiones- a un crisol común. Dentro de esta perspectiva, la noción de identidad cul tural pierde rigidez., deja de estar atada a un atavis­ mo telúrico-histórico de signo retrospectivo, y más bien se convierte en una categoría dinámica, en una d_i méñsión que tiene que ser permanentemente, descubierta o conquistada. Las políticas culturales'de los gobier nos deben tender entonces a que las múbtiples heren — cias culturales que coexisten en una nación se integren en un quehacer común. Si el pasado de cada una de es­ tas herencias es distinto, el futuro tendrá que ser ne cesariamente compartido, velando siempre porque el de­ sarrollo de unas no vaya en detrimento de otras. En el marco de estos principios^ se postula el cambio de paradigma, el paso de la democratización de la cultura entendida como difusión y acceso a bienes culturales (y cuyo ideal sería u n ‘mundo Sni-cultural de naturale­ za •elitista) a una democracia1'cM-tural, a un paradigma que propone estimular la participación y la creativi - dad de todos los individuos y grupos sociales, y que por lo tanto en América Latina propende a una diversi­ dad cultural en permanente fusión. El campo de acción de las políticas culturales del Es­ tado estaría entonces constituido por todos los secto­ res de la sociedad, partiendo del supuesto de que. ellos conforman no una unidad homogénea, sino una pluralidad en proceso de interacción. En el debate, sin embargo,