Coloquio democracia y participación universitaria

Coloquio Democracia y Participación Universitaria [ 92 ] orientación de la institución. Por otro lado, se encuentra el tema de la participación del sector adminis- trativo en la toma de decisiones, por medio de una representación electa de manera democrática. Este es un tema que tiene varias aristas a atender: ¿Qué porcentaje de participación darle en relación al sector docente y estudiantil? ¿En qué órganos participarían? ¿Cómo serían electos?, entre otros aspectos. En el caso de la UCR, este es un tema conflictivo, pues para una parte del sec- tor docente permitir la participación del sector administrativo en la toma de decisiones es darle más poder a un grupo que, desde esta lógica, ya tiene de- masiado poder. En esa misma línea, hay otra argumentación que indica que el sector administrativo no entiende la lógica académica. Quienes apoyan la posibilidad de participación de este sector, aunque pueden tener diferen- cias sobre el porcentaje de representación que se le debe otorgar, sostienen dos líneas de argumentación: la primera, basada en una visión democrática, señala que el sector administrativo contribuye a la construcción de Univer- sidad y que, por tanto, es excluyente dejar a este sector sin representación democrática en los órganos de gobierno. Y la otra línea, de orientación prác- tico/funcional, que señala que la incorporación de una representación demo- crática del sector administrativo podría mejorar la calidad y efectividad de la gestión universitaria, al enriquecer el proceso de toma de decisiones con la participación de un sector clave en su ejecución. Un segundo desafío es la transformación del andamiaje institucional vigen- te. La UCR ha crecido cuantitativamente y cualitativamente y la estructu- ra actual no logra canalizar y agregar los intereses de una universidad cada vez más compleja. En palabras del historiado Victor Hugo Acuña, la UCR tiene una estructura demasiado pesada y una agencia (“agency”) muy débil. Es decir, los actores institucionales (sindicato, movimiento estudiantil) no tienen capacidad incidir de forma efectiva en la dinámica universitaria y en la configuración de la agenda institucional y otros sectores claves, como por ejemplo el sector docente, no está organizado o tiene serias dificultades para participar, por lo señalado anteriormente sobre el interinazgo. A ello se agrega la irrupción de nuevas lógicas con un importante peso insti- tucional, que funcionan mejor sin la participación democrática de la mayoría de la comunidad universitaria. Me refiero en particular a ciertos sectores de la comunidad universitaria que están reproduciendo lógicas mercantilistas o corporativas, vía la venta de servicios y el vínculo externo remunerado. El desafío democrático en la UCR pasa por el fortalecimiento del debate uni- versitario, por la creación de verdaderas corrientes de opinión libres e inde- pendientes dentro del Alma Máter. Para que ello sea posible, es necesario impedir que prevalezcan agendas políticas externas, así como la inercia de los intereses gremiales o la lógica de los intereses corporativos/mercantiles, que buscan desde distintas perspectivas hacer de la universidad una plata- forma para beneficiar intereses privados e inmediatistas. Solo así lograremos que la capacidad de autogobierno y de administración que nos garantiza la Autonomía Universitaria tenga un contenido democrático. 15 La población docente interina representa hoy en día más del 60% de la población docente, en relación al 50% que existía hace tres lustros. Las causas del crecimiento del interi- nazgo son multifactoriales y su explicación está más allá de lo que se pretende analizar en esta ponencia, pero es un tema urgente por resolver.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=