Coloquio democracia y participación universitaria
Senado Universitario [ 27 ] Por último, y sólo para inaugurar discusiones y debates, abordemos algunas consideraciones sobre la multimediatización de la cultura y el mercado mul- timediático, especialmente a través del marketing. Las preguntas fundamentales son: ¿Cuáles son las problemáticas que genera el predominio del marketing -como ahora y crecientemente- en el sistema educativo nacional? Veamos algunas características del marketing: a. No muestra, sino que oculta b. La información es reducida a múltiples dispositivos de manipulación: no hay información si ésta no es con arreglo a ciertos fines c. La verdad, como condición de posibilidad, es reducida a números, a esta- dísticas d. La transparencia, como principio de acceso y equidad, es reducida a los intereses del mercado, en cuyo caso se ajusta a las reglas de competitividad e. La libertad de expresión es reducida -y justificada- al libre flujo de mercan- cías f. La calidad y libertad se integran automáticamente al discurso publicita- rio, de modo que, por ejemplo, procesos como la acreditación en las univer- sidades, lejos de diferenciar igualan, estandarizan, porque en la dinámica del mercado “todo debe ser igual”, una constante “imitación” y “repetición” (Horkheimer y Adorno, 1998). Por esta razón, hoy en Chile, la acreditación se ha transformado en una garantía del estado-nación para asegurar la libre competencia y no en una garantía de calidad para los ciudadanos. En este sentido, “La industria [monopolio] está interesada en los hombres sólo en cuanto clientes y empleados suyos y, en efecto, ha reducido a la humanidad en ge- neral y a cada uno de sus elementos en particular a esta fórmula que todo lo agota. Según qué aspecto es determinante en cada caso, en la ideología se subraya la planificación o el azar, la técnica y la vida, la civilización o la na- turaleza. En cuanto empleados, se les llama la atención sobre la organización racional y se les exhorta a incorporarse a ella con sano sentido común. Como clientes, en cambio, se les presenta a través de episodios humanos privados, en la pantalla o en la prensa, la libertad de elección y la atracción de lo que no ha sido aún clasificado. En cualquiera de los casos, ellos no dejan de ser objetos.” (Horkheimer y Adorno, 1998: 191). Siguiendo esta racionalidad funcional, la educación, a través del marketing, se integra a la industria del deseo, en cuyo caso observamos el predominio de la apelación a instauración de un campo de interlocución basado en la pro- ducción del deseo, generando dos desafíos complejos: Cómo educar en este escenario Cómo mantener la importancia de la educación y la calidad como bien social y cultural y evitar el desplazamiento y sustitución por otras producciones, como la competitividad y el exitismo.
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