Seminario de equidad e inclusión universitaria

74 Seminario de Equidad e Inclusión Universitaria deportiva a la vez. Sin duda, en nuestra Universidad existen ciertas flexibilidades para que, por ejemplo, los deportistas puedan faltar a clases para representar al país o a la Universidad en otras ciudades o en el extranjero. Sin embargo, en la práctica la otra cara de estas flexibilidades desfavorece a los estudiantes, porque les toman una prueba oral o más difícil. De igual modo, es preciso concientizar a la comunidad y a las autoridades de las facultades que perciben a estos alumnos de contextos diversos como un problema, con actitudes negativas que tratan de evitar a estos estudiantes a toda costa. Para cambiar esta realidad proponemos lo que se ha venido insistiendo durante todo el seminario, a saber, un sistema de tutorías, apoyos psicológicos, etc. Discusión aparte merece hablar de aquellas personas con algún tipo de discapaci- dad, que torna más difícil el desempeño en la Universidad. Un tema profundamente necesario de afrontar y con el cual la Universidad está en deuda. Brevemente concluimos dos puntos. En primer lugar, la Universidad revela ser de- masiado rígida para abordar la diversidad que tenemos, una rigidez que se expresa en las mallas curriculares, en la toma de asignaturas, las formas de evaluación, por nombrar algunas instancias en que esta falta de flexibilidad se hace más evidente. El desafío no consiste en conceder facilidades ni regalos, sino en lograr compatibilizar la diversidad con la vida académica. En segundo lugar, es necesario transformar la barrera de los 600 puntos de la PSU como exigencia básica para poder postular a los sistemas de equidad y acceso, pues bajo esa línea estamos perdiendo talentos. Incluso bastaría bajar el puntaje de corte tan solo unos 20 puntos, para alcanzar a los estudiantes de sectores más vulnerados.