Seminario de equidad e inclusión universitaria

Seminario de Equidad e Inclusión Universitaria 59 privadas de mala calidad, como consecuencia directa de la política que ha impe- dido el crecimiento del aparato público en educación superior. A ello se agrega que no existe ninguna institución de educación superior pública en el área de formación técnica, porque son todas privadas. La suma de todos estos factores muestra una política explícita que impiden a los estudiantes ingresar al tipo de universidades que desean. El segundo problema, a la par del aumento de cupos, fue cómo lograr que esos cupos abrazaran la diversidad real de los estudiantes. Justamente eso fue lo que tratamos de resolver desde nuestro pequeño lugar y que progresivamente se con- virtió en una política universitaria acogida por todas las carreras. Un tema clave en relación con el primer punto, fue la dificultad de la percepción de los académicos frente al ingreso de estudiantes con menos puntajes PSU, guiados por el prejuicio de que estos estudiantes vendrían con menores capacidades y competencias, dejando de manifiesto un grave error, pues asume como punto de partida que la falta de oportunidades de aprendizaje generaría, “algún tipo de déficit” en la formación uni- versitaria. Sin embargo, cuando realizamos investigación, que por cierto, es bastante, encontramos que las aparentes diferencias no se concentran principalmente en los elementos que podríamos llamar de tipo cognitivo, sino la gran dificultad o diferencia de este tipo de estudiantes, se concentra en el ámbito de competencias blandas, o dicho de otro modo, en el área afectivo social. Esto opera sobre todo en aquellas dificulta- des que impiden una adaptación a la cultura universitaria. Hay que agregar también la presión social que estos jóvenes reciben tanto del contexto de la Universidad como del contexto de origen, donde la presión familiar es muy alta en términos reales y simbóli- cos. Por ende, la diferencia respecto a los compañeros que vienen de otros contextos, estriba fundamentalmente en la presión social y no en las competencias cognitivas. Para comprender esta diferencia, hemos observado mediante un seguimiento de los resultados, que estos estudiantes se sitúan un poco por debajo del promedio de notas de sus compañeros durante los cuatro primeros semestres, pero a partir del quinto se- mestre ya se nivelan totalmente e incluso obtienen mejores resultados que el promedio de los estudiantes que entraron por la vía tradicional de la PSU. Una vez revisados los antecedentes, un segundo elemento que merece atención, ha sido que tras contar con alumnos que ya cursan su cuarto año de Universidad habiendo ingresado por vías de admisión especial, la Facultad se ha visto obliga- da a introducir innovaciones y cambios de gestión en la totalidad de la institución,

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