Literatura, lenguaje y sociedad: 1973-1983

4 co a una interrogante. Esta es; la producción literaria en su recorrido a través de los años se ve sustancialmente modi­ ficada por el curso de los acontecimientos que afectan a una determinada sociedad o más bien sigue un camino autónomo,con sus propios quiebres, reunificaciones, crisis de modo tal que siempre que hagamos un corte en el presente, él necesariamen­ te va a encontrar, o mejor dicho, va a descubrir su estructu­ ra en el futuro. En otras palabras: ¿sería posible, tomando como eje de referencias el transcurso de una sociedad y el comportamiento de sus variables, establecer el rango de desfa samiento de una literatura con respecto a ese eje central? Al limitarnos al período 1973 y 1982, es posible establecer u­ na aproximación a ese grado de desfasamfeirtbo. Los resultados que arroje no podrán tener más validez que el de ser un modelo extraído de sólo una parte. Sin embargo, se tratará que el mé todo de análisis empleado sirva como un elemento más de la ta rea que un día necesariamente se habrá de emprender, cual es realizar una historia sociológica de la literatura chilena y más específicamente, de su poesía. De esa manera, al establecer un límite el 11 de septiembre de 1973, se na optado por la única vía en el cual este estudio del des fasamiento puede arrojar una muestra que aunque parcial, es susceptible de ser confrontada, por cuanto las transforma­ ciones que ha experimentado la sociedad chilena a partir de e se momento son lo suficientemente nítidas y categóricas como para poder estudiar el comportamiento de la producción litera ria en dicho contexto. Pues bien, es preciso entonces, fijar en primera instancia los cambios experimentados en general por el lenguaje, la relación de ese lenguaje con lo cotidiano y las categorizaciones y representaciones de mundo que ese len­ guaje trae 'consigo. En ese sentido es preciso ver también el régimen de conversa­ ción, su quiebre respecto a las modalidades que la conversa­ ción (como una manifestación particular, pero autónoma, del sistema general del lenguaje) había ido creando al amparo de un estado de compromiso. La literatura informa de ese esta­ do, pero es sólo una fuente de referencias, más bien se po - dría afirmar que una literatura — en última instancia-- me­ diatiza el régimen de conversación en la cual está inserta. Partiremos así analizando las transformaciones experimentadas en el lenguaje y enfatizaremos su relación con el modo de con versación.

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