Literatura, lenguaje y sociedad: 1973-1983

33 Ahora bien, referirnos ;a. la situación discursiva del hablante es referirse a los-.modoé con que dicho hablante ejerce su di,s curso. En breves palabras: una1buena parte de las obras lite barias del período 7Q-823no.presentan alteraciones con-respec to al modo de :ejercerá ele discurso- que existía'-en Chile con an terioridad al golpe militar. En el mejor de los casos, di - chas obras se limitan a prolongar retóricas vigentes en otros períodos históricos-; sfeeanoqya se ha dicho', la Antipoesía*,:.¡-.¡Ja poesía de los lares, laipaesía epigramática y el influjo ne- rudiano. Todos esos discursos nos remiten a las caranterísti cas y tipo de relaciones que vimos en el, análisis de.¿Los dos parámetros anteriores. Esta realidad discursiva cambia con grados diversos en las otras obras mencionadas .o:■Esta nueva situación discursiva puede resumirse en los siguientes aspec­ tos : Todas esas obras plantean, aunque sea implícitamente, el des­ borde de los marcos escritúrales. La escritura se ve solamen te como uno de los posibles soportes del discurso literario y por primera vez en nuestra historia, es puesta en tensión con el no-texto, con lo que está al margen del texto. Todos los discursos anteriores eran autosoportantes en la escritura y a llí cabalmente se comprendían, las nuevas 9 obráis mencionadas ponen en duda esa causalidad. Las 9 obras plantean proyectos de- totalidad — en mayor o menor grado— al perder el lenguaje escrito- su jerarquía absoluta;^ En efecto, si el lenguaje escrito-bes. garantía suficiente de-la obra literaria la pretensión de totalidad •'es^'ahsolutamehbe - ^in­ necesaria. Ella se revelará én^algunoisiccíasois’iacercárídose'^^-a épica y a las formas narrativas-,' como- en n\(5aifto 'General ’Ydé’" Neruda o bien harán de La-' unidad^Jdeicedía? poema -relacionado con el otro por una mera situacácreate icantiigiüdad, situación de la cual es susceptible de inferir una unordEBCb ¿que no estaba previa mente buscada. Por el contrario, la intención de realizar pro yectos totalizadores en los autores mencionados parte de una situación absolutamente distints?¿?i.údsto es, al convivir y hacer aparecer en la obra elementos dec distinta naturaleza maté’ri'al (uso de la visualidad, de soporte corporales, paisaj ístióü!£r concretos, etc.) estos productos no renuncian al apelativo de 'literatura' péro--a costa de buscar su estatuto de garantía..: en otro marco.