Literatura, lenguaje y sociedad: 1973-1983

13 tas, no a planteamientos ideológicos— lo que en verdad suce­ de es que toda individualidad entiende precisamente eso como un hecho público, los sentimientos cuentan (empleando un tér­ mino usual) pero porque no apelan a la esfera privada, sino por que la amotividad es también parte del escenario. Esto tiene importancia porque denuncia los simplismos de una cosmovisión que emplea con mucha frecuencia términos como ‘persona1, 'esfe ra individual', ‘sentimientos1, etc. En verdad, el lenguaje es la resultante de las tensiones ideológicas refrendadas con las situaciones objetivas. Es probable que un análisis de la histo ria de la oralidad (es decir de su valoración) informe bastante mejor que cualquier esquema voluntarista de la real situación de lo 'público* y de lo 'privado1 y ello no corresponde necesaria­ mente al régimen político o sistema vigente de la sociedad, aún cuando a la larga venga a refrendarlo. Bien, en Chile, la correlación de lo público y de lo privado ha sido alterado sustancialmente en el lapso de los últimos trein­ ta años. El lenguaje, sin embargo, en el tiempo no ha tenido una evolución exactamente correspondiente a esas alteraciones. Así, la eliminación social de 'prácticamente todos los espacios públicos a partir de septiembre de 1973 no significó de inme - diato la sustitución de la oralidad. Ello viene a suceder prᣠticamente dos años más tarde, lo que viene a decir que es — a fin de cuentas-- la constatación de que el nuevo sistema impe­ rante no era ya definitivamente algo transitorio, bastante más elocuente que la implantación de ese mismo sistema. Vale de - cir, que el lenguaje opera con efectos distintos y que es él — en última instancia-- quien va a refrenda-r la situación real. La sociedad siempre, junto con su concretud, va a desplegar un aspecto espectral tan real e incidente como los hechos cuanti- ficables. El lenguaje dobla esa espectralidad, de:allí que el hecho mismo fuese menos decidor a la postre que la imagen ■ de futuro que al menos una parte de esa sociedad se jugaba.