Literatura, lenguaje y sociedad: 1973-1983

12 sámente, como Parra trataba de escribir. ‘ La obra nerudiana por el contrario, no informaba de- la situación de 1¿ lengua en ese período, ella más-'bien pertenecía a un régimen de conversación no transparente eri el cual la oralidad se encuentra degradada. Su presencia por;e¿de entre los nuevos escritores era tenue y tenía un ligero aire- de cbsol'encia, si dicha presencia no era nula se- debía más' que hada a resabios ideológicos que — cpncre tamente— - ofrecían en el plane de la escritura muy poco aii - cientes, Fue necesario un sismo histórico, la reconquista de las clases dominantes de su total hegemonía, para que esa pre­ sencia volviese a tener una vigencia plena. Sin embargo, como anotábamos -su present ía en las masas era evidente-, si lo refe­ rimos únicamente al'¡lenguaje elle significa que la obra neru - diana es ven" -rigor la suma arqueológica de las distintas capas de lengua que se- fueren sobreponiendo en el camino del movi - miento; ¡.popular. He allí su formidable vida. La obra nerudia na representaba■no un futuro sino 'el pasado,- pero un pasado concreto, tangible; Fs esa memoria lo que no se encuentra en la obra de Parra;, su pura" ac cual idad no era suficiente para un presente que sobro todo-'cargaba el peso de su pasado. Es la inercia do ese pasada, un orden distinto de conversación, lo que marca la retórica.au¿ Neruda sintetiza y ello era más real que la actualidadp "No obstante hubo un paso previo, ese paso fue la conversión de un momento■histórico del'lenguaje en otro. Solamente la oralidad preñe- permitir que' una obra trascienda el marco de su circuito tradiciono 1, con Neruda lo que se ora liza es.un momento degradado de lo oral, pero un momento tal que no es nada; menos que- el momento en qué el movimiento popu lar se-gesta.. Eso 'es-lo que la obra dé Nerudárrecuerda en for rna1doble: que-: el •movimiento populhr que se inicia' es el mismo ique 40 años después triunfa y sobre-todo, que el lenguaje que informó-la obra nerudiana es la historia del lenguaje.' Hábló de -la--lengua'.- ' ‘ ■ Por. otra parte, cualquier dialéctica entre un espacie público y.los espacios privados, entre lo colectivo'y lo íntimo, entre la co-tidianeidad y la trascendencia representa .— en el1’-lenguá- je-í--un determinado momento de él. El desfasamiento hácia la oralidad y su valorización social viene a ser la' sublimación deruna;experiencia de vida en la cual todos los espacios están -vertidos, hacia lo público y abierto. ES un error creer que la sobrevaloración de lo colectivo significa la anulación de lá :esfera^de;lo individual --nos referimos a situaciones1concre-

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