Literatura, lenguaje y sociedad: 1973-1983

9 na causa más del desarrollo concreto que tuvo una historia. Al otorgarle al movimiento popular una retórica accesible, lo hi­ zo más visible y en cierto modo se constituyó en factor diñaría zador de ese movimiento, desmintiendo de paso la afirmación de que el lenguaje es un mero reflejo de la realidad. Es una rea lidad pesquisadle — y he allí su valor de análisis— la que fT nalmente ha desmentido el simplismo que señalábamos (piénsese, por ejemplo, en el efecto generador que la palabra 'compañera', 'venceremos1, etc. ejercía sobre la autocomprensión de los gran des movimientos de masas)- Sin embargo, es en el mismo momento en que la retórica nerudia na y toda su secuela de consignas, afirmaciones y programas, entraba, por así decirlo, a La Moneda, es — decíamos— cuando el coloquialismo poético alcanza su mayor presencia y se car- naliza en prácticamente todos los ámbitos de la intelectuali­ dad chilena. Este aparente contrasentido tiene una explica­ ción concreta en el marco del lenguaje y del régimen de con­ versación como instancia mediadora entre una sociedad y una li_ teratura. Es preciso entonces volver a ubicar el marco general que este trabajo se ha planteado: la relación entre literatura y soci£ dad refiriéndolo al lenguaje. Pues bien, es sabido y se ha mostrado aquí mediante algunos ejemplos, que el lenguaje tie­ ne un carácter histórico y ello no se refiere únicamente a las consabidas transformaciones evolutivas de la lengua, sino a lo que ese lenguaje va conceptualizando. En ese sentido, hablar de la historia del lenguaje es hablar de la historia de las re presentaciones que un cuerpo social va haciendo de sí mismo. Dichas representaciones se conforman a partir de una cantidad indeterminada de elementos que se combinan aleatoriamente y que no necesariamente corresponden en un determinado momento a la situación concreta de la sociedad que se provee y es preveída por su lengua. La historia del lenguaje podría de ese modo — al menos en un plano teórico— ser seguida por una sucesión de defasamientos con respecto a la situación histórica general. Mirado macroscópicamente la historia de una sociedad y la his toria de su lenguaje viene á;representar los dos términos de una sumatoria cuyo resultado no escapa jamás de lo que efecti­ vamente acaece, explicándolo en un lenguaje algebraico, se pue_ de afirmar que existe un cor junto cerrado que contiene dos ele mentos que se combinan de distinta manera para entregar un re­ sultado que se encuentra siempre dentro del mismo conjunto fi

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