Cuadernos de Beauchef: ciencia, tecnología y cultura

79 Ciencia, Tecnología y Cultura sarias para sostener proyectos de largo plazo, que puedan producir cambios efectivos de conducta, en el logro de objetivos inmediatos y en el reconocimiento de los pares. Para unos y otros las escalas de tiempo son, a menudo, incompatibles y, como engranajes disímiles, los avances se pueden predecir con la misma precisión que los terre- motos de la subducción de Nazca: los atascos son el estado preva- lente. Pero, como en cualquier proceso creativo, tras mucho trabajo y esfuerzo, en un momento aparece la idea, el nuevo sistema y la ciencia trasciende. Preguntarse cómo funciona el universo, y nosotros en él, su- pongo que es casi tan antiguo como el homo sapiens sapiens (unos ~50 a 70 mil años), así como lo son también la reflexión y el cono- cimiento que se derivan de esta pregunta fundamental. Por el con- trario, cómo nos hemos organizado para enfrentar esta interrogante “profesionalmente” es una práctica muy reciente que, como todo lo demás, debemos revisar. Fuera de las reflexiones puramente académicas, me niego a creer en la fatalidad de la sociedad humana y del planeta azul en que habita, en los designios de dioses malvados y castigadores, en la discriminación como principio rector de las relaciones humanas y, en fin, en tantas actitudes atávicas que aparecen cuando tenemos miedo. Como buen sistema complejo, el quehacer científico y aca- démico tiene propiedades emergentes, autorganizativas, adaptati- vas, etc. En cualquier caso, el ritmo y la magnitud de los desafíos nos invitan a aguzar la inteligencia y la creatividad. El desafío es difícil; sin embargo, es esto lo que lo hace particularmente atractivo, así como el saber que es necesario un nosotros.

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