Texto y censura: las novelas de Enrique Linh

20 AP ridiculiza esta "claridad francesa" mediante el procedi­ miento del contrapunto. El decir de Carré es siempre desdi cho por Pompier quien, por ejemplo, replicará: Usted analiza, esto es, divide y enumera. Pero,rno destia aparte, cualquier individuo que ha llegado como yo a un cierto grado de complejidad del espí­ ritu, está destinado --como el infinito— a una a- prehensión indivisible y a una enumeración inagota ble (p .179). Pompier se ubica en las antípodas del cogito cartesiano,cum pliendo mágicamente otra preceptiva (la adelantada por La- can) : "No se trata de saber si hablo de mi mismo de mane­ ra conforme a lo que soy, sino si cuando hablo de mí, soy el mismo que aquél del que hablo"(12). Tanto Carré como Pompier son espacios de lectura que permi ten denunciar sus estereotipos correspondientes. Desde el francés Carré, también es posible señalar cierto oscurantis mo narcisista del lenguaje pompieresco. En términos generales, sin embargo, las simpatías lingüist.i cas de AP son, en la entrevista, para Pompier. A nivel e- pistemologico, la contraposición de estos personajes equi­ vale a la oposición "obra/texto": si la obra se concibe co mo un producto, el texto sólo se experimenta en un trabajo, en una producción; si la obra se cierra sobre su significa do, el texto lo posterga continuamente (pues su campo es el significante); por último, si la obra remite a la ima - gen de un organismo que crece por desarrollo, la metáfora del texto es la red (13). La Teoría del Texto es una puesta en sospecha del metalen- guaje, a la vez que una insistencia en el proceso de pro­ ducción del conocimiento y no en su simple representación (mimètica). Como dice Pompier — bromas aparte--: "Soy --para decirlo de otro modo, pero más claramente-- la pri­ mera y la última de mis obras y me vengo escribiendo, en

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