Atentados a la libertad de información y a los medios de comunicación en Chile

90 La creación de un orden social más justo y el afán de inte - grarse igualitariamente a la comunidad internacional aportan do a ella sus peculiaridades, constituye una constante aspi­ ración de los pueblos de este continente y enmarca también las aspiraciones mayoritarias de los chilenos. La Comunicación, entendida como una práctica social, es con­ dición previa para la existencia y desarrollo de todas las o tras prácticas sociales de la vida humana. Constituye un te ma de creciente preocupación para el hombre contemporáneo por las implicancias directas que juega en todo proceso de demo­ cratización y estructuración de una sociedad. Es por esto que el uso y control por sectores minori­ tarios de la sociedad; la manipulación de la información por los que detentan el poder con el objeto de influir sobre la conciencia de las personas y la ausencia de mecanismos de con trol que impidan la existencia de estos efectos nocivos de la comunicación, son aspectos que hoy exigen abrir el debate y abordar el tema en todas sus dimensiones y con la participa­ ción de toda la comunidad. La nuestra no constituye una iniciativa aislada por construir y avanzar en un proceso de democratización de las comunica - ciones. En el plano internacional, el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) patrocinado por las Naciones Unidas a través de UNESCO, busca dar voz a los pue­ blos del Tercer Mundo, sometidos al monopolio de la informa­ ción por parte de países y empresas del mundo desarrollado. A nivel nacional, son numerosas las iniciativas por desarro­ llar y difundir formas de comunicación alternativas y popula res, que posibiliten la transmisión de mensajes de las mayo­ rías excluidas en el orden social imperante y que forman par te, con avances y retrocesos, de un proceso de creciente de­ mocratización de nuestra vida social. En el caso chileno, en los doce años de gobierno militar, es inequívoca la ausencia de instancias democráticas de partici pación en la conducción del país. A sus múltiples injusti - cias económicas, sociales y a los Derechos Humanos,el gobier