Atentados a la libertad de información y a los medios de comunicación en Chile

68 los censores -militares primero y civiles luego-, instalados en las salas de redacción. Simultáneamente se desató la persecución contra los periodis tas afines al gobierno derrocado: llamado a entregarse al Ministerio de Defensa, detenciones, prisión en campos de pri sioneros, fusilamiento. Muchos debieron asilarse y exiliar­ se y otros tantos quedaron cesantes. Uno se suicidó y va - n o s desaparecieron. De toda esta persecución se informa en la bitácora que compo ne el cuerpo principal de este trabajo. Pero ella no alcan­ za a dar cuenta ni de los despidos masivos de periodistas de aquellos días, ni de las "listas negras" de trabajadores de la comunicación impedidos de trabajar en medios ahora oficia les y que por presión o temor, tampoco eran admitidos en los o t r o s . Con Jefe medios y periodistas no izquierdistas, pero ajenos al grupo ideológico en el poder, se recurrió a procedimientos que eran comunes desde antes: el estrangulamiento de los me dios por la vía económica, negándoseles el importante aporte puolicitano estatal, y presionando a las agencias publicita ñ a s y a los mas importantes avisadores para no favorecer a los medios tibios o disidentes. Por esta vía se logró la de sapancion del diario La Prensa, del partido demócrata-cris­ tiano, y se mantuvo en precarias condiciones a las radios Bal - maceda. Cooperativa y Chilena. Se canceló el certificado de vigencia a dos agencias noticio sas: Prensa Latina, de Cuba, y CTK, de Checoslovaquia, y se paso a controlar las emisiones de las restantes desde una o- ticina del nuevo edificio de gobierno, Diego Portales’ Pronto se pasó a una censura más refinada que aauella burda ae los espacios en blanco. Se designaron asesores ideológi os en ios medios (como el abogado Jaime Guzmán en Radio Por

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