En clave adolescente

EN CLAVE ADOLESCENTE ••• REFERENTES, PRÁCTICAS Y HÁBITOS DE CONSUMO AUDIOVISUAL PRIMERA PARTE. Adolescentes y mundo audiovisual: globalización ••• 11 establecen con sus audiencias (Correa, 2011), y (5) la garantía de “verdad” que ofrecen (Antezana, 2015); todos estos aspectos también tienen impacto en la esfera social puesto que estas imágenes facilitan procesos de identificación social y de mediación que, en conjunto, generanmaterialidad; es decir, relaciones o disposiciones de acciones concretas y efectivas. Las imágenes que circulan en los medios se van asentando en la memoria y van dejando huellas sobre las cuales otras imágenes se organizan. Estas imágenes instalan certezas que van nutriéndose y alimentándose de experiencias, conocimientos y otras informaciones. Su comprensión se inserta en el ritmo cotidiano, en el flujo del quehacer y, por cierto, de la emoción. Este repertorio visual está estructurado y determinado socialmente. Es parte de los esquemas mentales que permiten entender el mundo y darle coherencia y regularidad allí donde ésta no existe. Así se va sedimentando la visualidad hegemónica. Al estar en contacto permanente con las pantallas (de televisión, de cine, de celulares y de computador), las y los adolescentes están acostumbrados a relacionar, a asociar y a comparar, con mucha rapidez, inmediatez y fragmentación (Morduchowicz, 2008b), lo que modifica la experiencia que tienen del mundo y también los patrones de relación que establecen con otros. Estudiar las preferencias audiovisuales de este segmento etario será entonces de considerable importancia puesto que serán ellos en un futuro próximo, quienes transmitirán “a las nuevas generaciones sus propias pautas de consumo audiovisual” (CNTV, 2015: 3). Entender cuáles son los referentes audiovisuales que “marcan” a esa generación; qué películas, videos musicales, series, video juegos y otros productos audiovisuales son los que están viendo, los que comparten, los que prefieren; qué dinámicas caracterizan su visionado y por tanto qué imágenes se están instalando como huellas visuales del mundo es parte de lo que presentaremos en este capítulo. Anivelmetodológico, se utilizóun cuestionario semiestructurado 4 autoaplicado a 497 estudiantes de segundo a cuarto medio (15 a 18 años) en 23 establecimientos educacionales de la Región Metropolitana diferenciados por tipo de dependencia –municipal, subvencionado y particular-. La muestra consideró las diferencias de género (Winocur, 2009), por lo que se encuestaron a 275 mujeres y 222 hombres. Esta estrategia de organización va de la mano del concepto de “mediación múltiple” (Orozco, 2000) que indica que los receptores están permeados por una serie de mediaciones provenientes del género, edad, clase social, competencias comunicativas, hábitos y prácticas cognoscitivas, ubicación territorial entre otras. Este texto está organizado en tres grandes apartados. El primero se centra en las predilecciones 4 Para la formulación del cuestionario, realizamos una observación etnográfica y una primera versión del instrumento que luego aplicamos a una muestra reducida de adolescentes lo que nos permitió construir una segunda versión del instrumento que fue validada por 5 académicos expertos en el tema - nacionales (2) e internacionales (3)-, cuyas observaciones permitieron la confección del instrumento final que fue aplicado a la muestra considerada.

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