CENECA Distinciones (Cultura-Arte-Política-Filosfía)

6 8 de los artistas sino de su forma de arraigo a la rea lidad. La teoría del compromiso, tal como lo índica su denominación, hacía referencia a la actitud per­ sonal del ejecutor y no al llamado que proviene de la realidad misma; por eso mismo esta denominación no da cuenta del particular carácter de lo político. La política es una propiedad de la realidad y no tie ne por qué determinarse por el propósito conciente de los artistas. Por otro lado, cuando hablamos de proyecto o de le­ galidad interna de la obra de arte tampoco estamos mentando nada que tenga que ver con los propósitos expresamente formulados por los artistas, los cuales muchas veces son completamente inconcientes de lo que están haciendo y rara vez son los más indicados para hablarnos de sus propias obras. Sólo los gran­ des artistas son concientes de la estética que sus obras llevan implícita. En nuestro país es el caso de Neruda, de Huidobro y de Matta. 11 Estamos acostumbrados ya a valorar la obra de Neruda como el aporte de un gran artista revolucionario a la lucha de su pueblo. Hoy día está claro para todos que su poesía expresa de manera profunda y original la época de grandes esperanzas y de cruentas luchas que al poeta le tocó vivir. No es posible separar por ejemplo el Canto General del período concreto en que fue escrito y que marca un hito esencial en núes tra literatura. ¿Pero para qué sirve nuestra litera­ tura? ¿Es la función de la poesía el retratar de mo­ do fiel y exacto la época de donde surge? ¿Es la fun ción del escritor la de transformar su obra en un ve hículo de difusión de las ideas progresistas de su época? ¿Radica la grandeza de Neruda en el hecho de haber sabido conciliar el hacer buenos versos con su compromiso político?.

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