CENECA Distinciones (Cultura-Arte-Política-Filosfía)
21 los chilenos, Violeta Parra o Pablo Neruda pasan aho ra a formar parte de los rasgos nacionales de su cuT tura aunque algunos de estos rasgos no estuvieran pues tos a la luz o simplemente no existieran antes de sus~ existencias concretas e individuales. La cultura es un modo de la construcción y lo nacional también. 36 En definitiva, es chileno lo que los chilenos hacen entrar en su vida, aquello con lo cual viven, pero principalmente aquello en lo cual viven. Artistas co mo Matta o Arrau son chTTenos por nacimiento pero sü arte no ha sido asimilado por la cultura nacional. Esta observación muestra la importancia decisiva de la apropiación y cómo es imprescindible desarrollar todas nuestras posibilidades de pertenencia propia, haciendo nuestro todo aquello que pueda enriquecer nuestro ser cultural y nacional. Esta tarea es uno de los rasgos característicos de toda cultura profunda y desarrollada que, en vez de cerrarse a lo ajeno, está permanentemente haciendo suyo lo que la pueda nu trir y enriquecer. La marca del subdesarrollo cultu ra] es precisamente la incapacidad de poseer y asumir lo propio o lo que podría ser propio, y a la inversa, mientras más abierta es una cultura hacia las demás más poderoso es su contenido nacional. Sólo las más grandes culturas pueden abrirse sin temor a lo ajeno. El provincianismo es una de las notas que mejor mués tran la debilidad cultural de una nación o de un mo vimiento. 37 El nacionalismo del nacional socialismo era en verdad un provincianismo estrecho. Frente a Hitler, que que ría hacer del mundo entero una especie de gigantesca provincia bábara, la idea europea de Napoleón parece infinitamente más profunda. En el fondo, la imbecilidad
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