CENECA Distinciones (Cultura-Arte-Política-Filosfía)

12 lo que queda demostrado por el hecho innegable de que el hombre es un enigma para si mismo. Lo visible es el resultado habitable, lo invisible es la tota­ lidad. 16 El arte y la cultura son la incesante lucha del hom­ bre por empujar sus propios límites hacia lo descomu nal, buscando humanizar lo humanizable contenido en lo humano. En este sentido la cultura es una búsqueda continua de la superación de lo humano y la más pura forma de la libertad. Pero en este movimiento hay que eliminar o relativizar la idea de progreso por­ que nunca el campo ganado está definitivamente ase­ gurado, cada parcela de misterio conquistado debe ser constantemente redescubierto y reabierto al ejer cicio de la libertad; ninguna cultura, por magnífi­ cos e insuperables que parezcan sus logros, es o pue de ser definitiva. En la cultura y el arte nada está definitivamente ganado y todo debe ser recreado de generación en generación, de época en época, de pue­ blo en pueblo. La vida del arte es como la de un fan tasma de prestidigitador, que existe únicamente míen tras este último está haciendo los pases mágicos; si la acción se detiene, todo vuelve a disolverse en la nada. Por este motivo, sin que la creación primera deje de ser el punto de partida esencial, la recrea­ ción es consubstancial a ella, lo que "hace" el ar­ tista, lo hace con el observador. 17 Hacer visible lo invisible, tal parece ser el cometí do más profundo del arte; sin embargo, no hay que — creer que por esta razón el arte pudiera pertenecer al mero orden ganado del mundo: por el contrario, en la medida en que cada vez va haciendo más amplios los horizontes del hombre, el arte es al mismo tiempo lo

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