CENECA Distinciones (Cultura-Arte-Política-Filosfía)

8 dose o debilitándose en un constante renacimiento. La idea de "progreso" que manejan los políticos no tiene ningún sentido en el terreno de la cultura. El tercer presupuesto para que una revolución sea cultural es que las fuerzas sociales asuman su papel de factores culturales, es decir, se vean a si mis­ mas como revolucionantes de la vida humana y no sola mente de la sociedad o de las condiciones económicas de ella. Esto es lo que Matta ha querido expresar con su idea de la "Guerrilla interior". El cuarto presupuesto para que una revolución sea cultural es que las fuerzas más eficaces generadoras de cultura, que hasta ahora parecen ser el arte y la ciencia, pasen a ocupar un rol esencial en la vida humana. 9 La conclusión más profunda que se puede extraer de la historia es que en la cultura, el progreso tal como lo entienden los políticos, no existe. Mientras no se comprenda la profunda verdad de este pensamiento, la política seguirá imperando "ideológicamente" en la vida humana. La raiz teórica de este error se en cuentra en la filosofía de Hegel que intentó unir en todos los planos historia y progreso, hac iendo del tiempo un decurso optimista y positivo. A pesar de que la ciencia histórica ya había acumulado suficien tes datos como para demostrar la falsedad de estas ideas, el hegelianismo se introdujo en las teorías revolucionarias sirviendo de base ideológica a todos los excesos de absolutismo imaginables. El mito de las fuerzas del progreso, de los países del progreso, de las políticas progresistas ha hecho más daño que cualquiera de las tantas otras ideas metafísicas e idealistas (en el mal sentido) que pueblan hoy día las cabezas de los convencidos fanáticos de turno.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=