CENECA Distinciones (Cultura-Arte-Política-Filosfía)
104 guido o están en proceso de degradación. La va iidez de estos ejemplos sin embargo no debe servir en nin gún caso para darle argumentos a la concepción ins- trumentalista, la cual es constantemente la más pe 1i grosa desviación del cometido de la síntesis buscada. Si bien la política está obligada a orientarse hacia la cultura para alcanzar su objetivo más ambicioso, esto jamás debe realizarlo lesionando su propia espe cificidad o la especificidad de la cultura. La sínte sis entre ambas es unidad de contrarios en la cual am bos píos guardan su esencia independiente. 10 Si ser chileno fuera simplemente un hecho geográfico bastaría cambiar de país para dejar de serlo. Hasta el exilio que parece alejar al exiliado de su Polis no es otra cosa que una manera particular de vivir la pertenencia. La pertenencia no es un hecho elegido ni caprichoso, no depende de la voluntad de los indj_ viduos, es un destino al cual nadie escapa y frente al cual ninguna fuerza es eficaz. Desde que la perte nencia se decide, la suerte del individuo está echa da, su vínculo con tal o cual Polis es inmodificable. Cambiar de nacionalidad no afecta esta pertenencia pues ella se haya más allá de cualquier medida admi nistrativa. Cualquier lejanía o cercanía no hace otra cosa que medir de diferentes maneras una misma real i_ dad inamobible. Los chilenos vivimos hoy día nuestra pertenencia con grandes dificultades. Después del naufragio de casi todas las opciones políticas que han intentado gober narnos, nuestro país aparece más dividido que nunca. Lamentablemente esta situación de desagregación no es nueva en nuestra historia. Más allá de los mitos que se han levantado constantemente para hacernos creer en nuestra propia singularidad o en los valores de nuestra nacionali dad,a lo largo de todo este siglo hemos andado perdidos buscando un centro sobre el cual
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