Actas de las I jornadas del régimen jurídico de las aguas
77 la Sostenibilidad), las ciudades del C40 (un grupo que incluye a las ciudades más grandes del mundo comprometidas con la lucha contra el cambio climático) y la AMICA (Alianza de Ciudades Europeas por el Clima), entre otras. Estos esfuerzos implican más de un millar de gobiernos locales de todo el mundo, con el objetivo de apoyar y alentar a las ciudades para que adopten políticas que aborden el cambio climático. El desarrollo de un enfoque urbano explícito a la gobernanza climática se debe a la aparición de estas redes, que existen desde principios de los años 90. Dichas redes proporcionan inspiración para los gobiernos locales de todo el mundo, proyectos concretos, acceso a financiamiento y ejemplos de mejores prácticas, que condujeron en conjunto a respuestas significativas de los gobiernos de todo el mundo. Un importante tema en la adaptación urbana al cambio climático ha sido el de lasequía. Al igual que las inundaciones, lasequíahasidouneventoextremoque se ha mostrado con cada vez más frecuencia en ciudades ubicadas en climas más secos. Puesto que las sequías influyen fuertemente en la disponibilidad de agua, las medidas de adaptación urbana se enfocan en la recarga de acuíferos, la construcción de embalses y otras actividades que promueven la captación y almacenamiento de las aguas lluvia y de la escorrentía proveniente del derretimiento glaciar. Además, los gobiernos locales se han concentrado en crear políticas municipales en las que se incentiva a la creación de sistemas de captación de aguas pluviales y aguas grises, así como también la eficiencia del uso del agua, sobre todo en la arquitectura del paisaje, en donde el césped es el principal consumidor del recurso. En general, las ciudades que han tenido mayor éxito en términos de su adaptación a la sequía han sido aquellas que han logrado concientizar a la población, en combinación con un adecuado plan de manejo de cuencas dentro y fuera de la hoya hidrográfica donde se encuentra la ciudad en cuestión. Finalmente, un hecho que ha movilizado los recursos y la política de cientos de ciudades es el aumento del nivel del mar. De hecho, casi todas las grandes ciudades ubicadas en zonas litorales han desarrollado, o están desarrollando, evaluaciones en términos de los efectos de una eventual subida de las aguas oceánicas. Sin ir más lejos, muchas ciudades ya han comenzado a modificar o crear nuevas normas de construcción para nuevas edificaciones, para un diseño adecuado. Asimismo, se han modificado los respectivos planes reguladores y se están destinando las zonas más bajas para usos recreacionales, dándole prioridad de urbanización a las zonas más altas. Pese a lo anterior, y desde un punto de vista global, la experiencia indica que las políticas nacionales para la creación de adaptaciones urbanas al cambio climático no han mostrado ser efectivas, excepto en aquellos países más geográficamente homogéneos, que en muchos casos son los países más
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