Actas de las I jornadas del régimen jurídico de las aguas
204 III. SITUACIÓN ACTUAL DE LA INTEGRACIÓN DE USOS El elemento que determina el mayor número de conflictos entre los usuarios de aguas es el tipo de ejercicio de cada derecho. No es lo mismo un derecho consuntivo que uno no consuntivo, ya que responden a distintas lógicas, incentivos e institucionalidades. El ejercicio del derecho consuntivo consiste en la captación del caudal que el titular es autorizado a captar. Su intervención en el cauce consiste en la extracción desde el mismo de las aguas para su posterior consumo. Los efectos de la intervención indebida en el cauce por parte del titular del derecho consuntivo es mucho más evidente y su comisión más fácil de pesquisar y sancionar. El ejercicio del derecho no consuntivo, en cambio, requiere una intervención mayor en los regímenes de caudales, puesto que no solo captará lo que está autorizado a captar, sino que además debe devolver al cauce lo que fue anteriormente extraído. Esto último sin considerar aquellos casos en que el titular se encuentra autorizado para acumular las aguas extraídas en grandes obras de acopio que vienen a modificar en forma sustancial la morfología del río. Sin embargo, la intervención en el cauce que el titular de derechos no consuntivos hace, cuando ésta no es coordinada o es indebida, es de más difícil fiscalización y pesquisa y, por lo mismo, sus efectos difíciles de controlar. A lo anterior se agrega otra condición: las hidroeléctricas forman parte también de otro sistema mayor que poco tiene que ver con las Juntas de Vigilancia que administran los ríos, esto es el Sistema Interconectado Central (SIC), el cual regula la entrada y salida de las centrales hidroeléctricas al sistema de inyección de energía con base en consideraciones de eficiencia. En efecto, una central en régimen puede rápidamente dejar de generar y por lo tanto captar aguas desde el cauce, produciendo con ello importantes efectos en los regímenes de caudales (golpes o mermas de agua) que hacen imposible una correcta distribución de las aguas entre los titulares ubicados aguas abajo. El mismo efecto se produce cuando las centrales poseen obras de acopio o embalse y para llenarlos derivan por varias horas caudales desde el cauce del río hacia sus obras de aducción y acumulación. Una vez obtenidos los volúmenes de aguas necesarios, éstos son liberados y devueltos al cauce en “horas punta”, es decir cuando el precio de la energía hace que la operación de la central sea más rentable. También se efectúa, a veces, la acumulación y retención de volúmenes en épocas de sequía en que no se presentan en el río los caudales mínimos técnicos para que las turbinas puedan operar. Este último ejemplo ha sido el más dañino para la convivencia entre los distintos tipos de uso presentes en el cauce. Ello porque cuando la central comienza a
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