Actas de las I jornadas del régimen jurídico de las aguas
191 k. El Derecho de Aguas deberá ser capaz de relacionar, con eficacia, los múltiples usos del agua (perspectiva de nexo) Desde antiguo y en aquellos países áridos cuya legislación nacía de una jerarquía de usos ha existido una cierta capacidad de relación entre los diversos usos de las aguas, a partir de las implicaciones que llevaba consigo esa jerarquía. Hoy en día, sin embargo, hay que dar un paso adelante en las implicaciones que tiene la seguridad a alcanzar en el ámbito hídrico, energético y alimentario, con la perspectiva de nexo que se postula en los modernos planteamientos y que tiene un acento particular en las exigencias de la planificación a desarrollar en todos esos ámbitos 8 . l. El Derecho de Aguas del siglo XXI acentuará los aspectos conservacionistas. Los nuevos recursos deberán surgir, sobre todo, en relación con la aplicación de nuevas tecnologías por lo que la reutilización de aguas regeneradas y la desalación serán cada día más importantes y complejas en su regulación jurídica. En la mayor parte de los países desarrollados concluyó hace bastante tiempo la capacidad de generar recursos hídricos en función de los métodos tradicionales; las clásicas obras de almacenamiento (embalses) y posterior canalización han concluido su ciclo prácticamente en tanto los lugares apropiados y factibles técnica, ambiental y económicamente, de ser utilizados para la finalidad que se indica, ya lo han sido y no son porcentualmente muy importantes los nuevos recursos que se podrían generar en función de nuevas obras que, además, serían en casi todos los casos discutibles ambiental y económicamente. La cuestión en países en trance de desarrollo puede variar ligeramente, aun cuando los avances científicos sobre las valoraciones ambientales y económicas son plenamente trasladables a los mismos. Las instituciones económicas que tradicionalmente financiaban este tipo de obras en estos países (Banco Mundial, por ejemplo) no se embarcan ya con facilidad en actuaciones cuya viabilidad económica y ambiental pueda ser discutida sino que, al contrario, comienzan a ser los mayores interesados en justificar desde todos los puntos de vista estas iniciativas. 8 Ver: EMBID IRUJO, A. y MARTIN, L. (2017).
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