Potenciando mi aprendizaje en el primer año de universidad
Estrategias de estudio 101 Es muy común que te pongas nervioso antes de una evaluación. Puede que te hayas preparado poco o hayas tenido malas experiencias previas, actitudes negativas con la evaluación o asignatura, tengas poca confianza en ti mismo, o simplemente sientas que la incertidumbre de la evaluación te pone nervioso. Cualquiera de estas razones genera un estrés propio de una situación que está fuera de tu control, pero hay ocasiones en que esto aumenta y puede llegar a afectar el aprendizaje, y en consecuencia, bajar las calificaciones. Estos síntomas pueden ser de tipo psicológico, fisiológico y hasta de tipo motor. En la siguiente tabla se presentan los variados componentes que te pueden a ayudar a reconocer si has sufrido alguna de estas reacciones frente a las evaluaciones. Reacciones ansiosas antes o durante de una evaluación Aspectos psicológicos Aspectos fisiológicos Aspectos motores • Inseguridad ante la situación de evaluación • Preocupación ante el fracaso • Baja concentración • Poca memorización • Mente en blanco • Sentimientos de enojo y/o desvalimiento, etc. • Alteración del sueño y/o alimentación • Dolor de estómago • Tensión muscular • Aumento de la frecuencia cardiaca • Respiración acelerada • Sudoración • Náuseas • Sequedad en la boca, etc. • Hiperactividad • Movimientos repetitivos • Paralización motora, etc. ¿Te ha pasado alguna vez que has sentido algo así?, ¿te pasa seguido?, o ¿ha afectado tu rendimiento en la Universidad? Recomendamos que tomes conciencia de aquellos síntomas recurrentes que puedan estar afectando la preparación o realización de las evaluaciones. Enrique notó que como estudia con muy poco tiempo de anticipación se pone ansioso, su estudio resulta ser más bien memorístico, poco profundo, y se angustia al ver tantas lecturas y guías acumuladas en su escritorio sin resolver, lo que muchas veces lo paraliza y no sabe por dónde continuar. Además, se desconcentra con facilidad lo que se refleja principalmente en el momento de leer o resolver algún ejercicio, bloqueando las ideas y aprendizajes que pudo haber obtenido en clases, ayudantías o tutorías. Lo que sucede con Enrique no es extraño. En muchos casos cuando estudias y estas ansioso la información se retiene poco, obligando a retomar permanentemente los mismos contenidos, ya que fueron olvidados o bloqueados dada la ansiedad de la situación. Además, te vas centrando en aquello que te falta por estudiar y/o en la nota que te debes sacar y no en lo que estás estudiando en el presente. También, en ocasiones comienzas a comparar tu estudio con el que ya llevan tus compañeros o compañeras, y al darte cuenta que van más adelantados, aumenta la ansiedad previo o durante la evaluación.
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