CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

7 5 . De .cal modo que ln que planteaba Jorge es algo que nos deje hacer Tiedltar para a.doptar una posición. Otra posibilidad es abrir una linea de difusión teatral hacia los sindicatos. Si.oien es cier - to que están a rr edio morir saltando, no ha n desapar ecido. Exis­ ten algunas instancias de llegada a los sindicatos que no van a fi - nainciar las obras, pero que pueden servir de receptores de un mensaje que interese difundir. E ve ntual me nte también puede ha­ cerse cargo de una parce de los costos económicos, -ueno es­ tas y otras iniciativas son formas de ir esta bleciendo circuitos diferentes de difusión teatral para los grupos Independientes. Creo que en esto es muy importante la formación que están recibiendo los alumnos de las escuelas universitarias de teatro. Es un hecho comprobado que la mayoría de los grupos teatrales jóvenes provie­ nen de estudiantes o egresados de teatro. Y esa formación debe - ría capacitarlos para que se prefiguren desde el primer nivel co - nao grupos teatrales, que puedan asumir en el futuro una responsa­ bilidad y un papel renovados en el medio independiente. El que a- parezcan nuevos ^r.upos teatrales es una tarea que debe partir de los alumnos, 'f en eso deben cooperar los docentes. Con respecto a los grupos jóvenes una cosa que haoría que,evitar --como lo se­ ñalaba Malucha-- es la tendencia que tienen a soorecar,jarse de objetivos, como si recayera exclusivamente en ell.os la responsa­ bilidad de mantener vivo el teatro nacional. La verdad es que es ­ to es una responsabilidad compartida. En un.primer nivel, me pa­ rece que lo fundamental, es que el ;jrupo sobreviva, exista. Los planteamientos estéticos y sociales se realiza n única y exclusiva- .mente yn el trabajo práctico de un "rupo. Y la existencia, del gru­ po.a lo mejor pasa a yeces por hacer algunas concesiones en este plano. La cosa es poder hacer .de alguna forma --simultánea o pa­ ralelamente-- un tipo de teatro que nos permita subsistir y que dé un servicio a la comunidad. H. MONDACA Cuando se ha hablado aquf de,la plataforma económica que requiere el movimiento teatral para sostener su labor creo que la mayoría se sigue refiriendo a un interlocutor, que es el Estado, al cual se le hace un conjunto de existencias que sencillamente no va a acoger ni escuchar. Ello tiene que ver con el camoio de las funciones y atribuciones del Estado que se viene operando en el país desde 1973. Lo anterior no quita que desde

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