CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80
59. . ffaben que la obra no es claramente crítica, . . es arnbigüa.. Pero el pú blico le daba una significación clara, al punco que terminado el primer acto tuve que salir a decirle al púalico que esca función se hacia gracias al trabajo promocional del Alcalde. Y lo interesante es que el púelico tuvo la madurez de no pifiarlo. Encendió el mecanismo que se estaba usan do para ir abriendo un canal de comunicación distinto y lo aplaudió. Ahora bien, pienso que la referencia a los cómicos italianos no es can arbitraria. Claro Gassman, Sordi, Fabriezi, son modelos muy altos pa ra nosotros,pero a pequeña escala Fernando Gallardo puede hacerse una plataforma de actor cómico popular.. Hay que pensar que esto está en la tradición chilena. Pienso en el prolífico teatro profesional de las tres primeras décadas-del siglo, esa tradición de saineteros a la que segura mente nos sentimos hoy más cercanos que a la producción de los poste - riores teatros universitarios. Quizá si esta sea una forma posiole de enfrentar el momento actual. Claro que esa generación no cenia a un CENEC/ o una instancia de análisis y discusión corno nosotros la cene mos. Tampoco tenia una crfrica can normativa y. académica como la oue estamos teniendo. Ni sentía la necesidad de destripar el sistema polí tico, económico, etc. encada obra, que es un poco la exigencia aunque no totalmente lograda que se plantea el ceatro independiente hoy día. En obras tan pequeñas como el sainete no cabe esta exigencia. Claro, se puede mostrar una tajada del sistema ; algunas de sus relaciones, estructuras y contradicciones. Pero par? eso se necesitan o ras .cás serias. En todo caso, esa exigencia que se hace el.-eatro indepen - diente da la impresión que traca de suplir las insuficiencias de los analistas políticos. Es cierto que el estro puede contribuir en algo, sonre codo - -en nuestro caso— a. vulga-izar esas ideas. Claro que un teatro que se plantee esa opción -equiere por supuesto de. un _s.u- dio estético-cultural y político-cultural, de una profundización del ofi cio, etc. ¿Y quién o cómo hacer esos es udios ? Nosotros hicimos es tudiospero para llegar a ser intervento-es de al guna industria o activistas políticos en decer mi nada población. >e ne cesita entonces '"acornar el estudio en ot-o sentido, ás "polfrico-cul - curai" 6 "polícico-a-tíscLco1! . Ello ayudaría a encender, por ejemplo, por qué el oficialismo permite el desarrollo accusi del eatrQ indepen-
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