CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

57 «* Quédate con tu dinero - - l e dijo el señor Koelner (valiéndose de lo ine­ vitable)-- estos objetos no los han pagado, los han robado.' IQuédate con el botín de esos ladrones pa^a que puedas convertirte en una buena actriz! - - ¿ E s que no puedo ser una buena actriz sin tener dinero?--le preguntó su amiga. - - No - -d i jo más alto él seno” Koelner--no, no y no" Nos parece que declarar desde un principio de que'somoá un teatro co­ mercial, donde la experimentación, la búsqueda es algo secundario, corresponde absolutamente a la realidad. Nosotros pasábamos por una cesantía hasta hace poco y tuvimos que empezar a movernos en el 'inun­ do frío e impersonal" dél dinero, a manejarnos con criterio comercial. Hay que tener saneadas las letras para poder pedir un préstamo, hay que arriesgar la poca propiedad que uno tenga para conseguir esos prés­ tamos y echar a andar un teatro , etc. Términos éstos que ce obligan a ponerte corbata, a visitar las financieras y convivir con ún mundo con el que uno no tiene ganas de hacerlo, pero que está -obligado a hacer­ lo para poder subsistir y para poder hacer‘algo. Creemos que, én general, hay un prejuicio en las ponencias y en el Seminario sobre el teatro comercial. Es cierto qué la subvención pri­ vada es coyuncurat, obra por oora, que no permite planificar; es cier­ to que ce obliga a una cierta'"bisagra". (A pesar que a nosotros nos o- curri'ó al revés que ló usual. Nosotros mostramos el producto una vea hécho e invitamos a una serie de personas a préséricia’-lo, desde asegu­ radores hasta pequeños comerciantes y empresariós. Después de ver el producto todos ellos se interesaron-en dar-nos dinero___Entonces la rbisagra"se produjo antes, en la auto-censura que se le hizo al material y en el estudio de mercado con que se trabajó para que ese material penetrara).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=