CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

31, . El-homore urbano, internaliza conciente o inconcientemente, poco im - rorta,' esas-líneas estéticas y empieza aigustar de esa "modernización", muy superficial'y frivola por cierto, que lio hace sentirse en un nivel su­ perior de vida más parecido o "igual" al de un país desarrollado!’ : Los fenómenos artísticos también se ven influenciados por todo este en­ torno-y és. asi como empiezan 13 surgir maneras de hacer arte de acuer* do con los gustos más expresivos de las' minorías dominante^ El arte se ha transformado en producto de consumo, sujeto a la ley de la -oferta y .la-dema nda-; y por>supuesto al vaivén de lo efímero de los gustos arriba mencionados. El teatro no está a Balvo de este proceso político-cultural'. Los grupos dominantes, una vez logrado un primer objetivo de consoli­ dación económica, vuelcan su interés hacia la adquisición de status cul­ tural. Es por eso que surgen hoy varias corporaciones de fomento- de la cul-' tura, de vagos objetivos generales, que en la práctica manipulan el a- contecer artístico a nivel público no sólo con su aporte financiero sino que* y mucho más eficazmente; con su acceso i r r estricto a ía caja dé resonancia de los medios de comunicación masiva. En esta acción apocan coda< realización artística que tenga como’c’árac- terísticas esenciales la ausencia-de espíritu crítico, la falta de contin­ gencia, y por sobre todo que se atenga a una concepción aséptica y abs­ tracta de la "belleza" y de la "armonía". En el fondo, se trata de una línea estética que se aleja claramente de un arte ligado más profunda­ mente, al pueblo y expresivo de sus propias necesidades y ahfteloég poí’ •el contrario, se prociura impulsar la creación de formas artísticas qué respondan más- claramente a las'exigencias de una ntíeva ellte nó préci- sameinte culta-sino más bien ansiosa de "mantenerse ál día" en lo'que" se está haciendo en los grandes centros de los países desarrollados.