CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80
20 £sta valoración no ©-s—fa-oil -do-hacer-la,—'pue-6--p©r--lo general,--e-s necesario dejar transcurrir un lapso de tiempo para, reconocer que ciertos aspee - tos de la realidad nacional que exhibe una obra se confirman y adquieren relevancia con el acontecer histórico posterior. Jdn cambio, es fácil advertir cuando una obra refleja superficialmente-la realidad, nacional, pues en ella reconocemos personajes, tipos, formas- de diálogo, acontecimiento y hechos que ya han sido,captados por. otros medios y fer man parte de nuestro conocimiento. Este " retratar" la, re?,, lidad nacional, se opone a " develar" esa realidad. En el primer caso, el teatro ilustra bien o mal, una realidad conocida y, en el otro, exhibe una nueva verdad sobre la que no se tenia una conciencia clara o precisa. Cuando se nos interroga si en los últimos años el teatro nacional na capea do y proyectado la realidad nacional, más que contestar—derechamente la pregunta, que no podemos responder con precisión por faltarnos perspec tiva histórica para ello, deoerTamos interrogarnos sobre las condiciones en que se ha desarrollado el quehacer teatral en el último tiempo y si e - llas han sido propicias para intentar una prospección en profundidad a nuestra realidad. EL QUEHACER DEL TE/: TEO NACIONAL ENTEE - 1975 y 1980 : UNA FUNCION SUPLETOÄI/. En detnpos nórmales, la sociedad dispone de múltiples espejos o'indi- cadores'para saber qué es y cómo es . Los medios masivos de comuni cación son lös principales. A través de los periódicos, las revistas, las radios y la celevisión, el debate público, la investigación universitaria el diálogo a todo nivel, los miembros de una' sociedad captan, perciben y proyectan la realidad circundante desde diversas ópticas y diferentes puntos de vista. La suma de ellos dan una visión generalizadora del re trato social.
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