CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

185. . en la vida parroquial, la Pastoral Juvenil es la que deQe encauzar esta labor. El objetivo es recobrar los valores constructivos de la juventud, perdidos actualmente por todo el proceso negativo del consumismo den­ tro. de un medio social proletario en el cual escasamente hay para comer. Ante este hambre real, la juventud tiende a escabullirse en valores me - ñores como la droga o el alcohol, la pornografía o la moto inalcanzable, la delincuencia o la prostitución, o cualquier modo de vida que los ponga al alcance de los productos que el comercio ofrece a través del país. Pero donde más fuerte debe golpearse es contra los que no tienen fe. La reafirmación de ésta ayudará a seguir un camino cristiano verdade­ ro. Las obras que se montan y para las cuales las parroquias damos el apoyo, deben ser entonces estrictamente pastoral. La misión de estos teatros no es tanto cultural como pastoral. El caso del grupo de La Hn- coya.con más de sesenta actores, es un ejemplo de lo que no debe ha - cerse. Ellos comenzaron bien, pero poco a poco fueron entrando en o- tras problemáticas que están fuera de lo acordado y distraen de núes - tros objetivos espirituales. Estoy de acuerdo que Brecht sea uno de los autores que mejor critica nuestra época, pero no está considerado dentro de la pastoral juvenil. No quiere decir que estemos dogmáticos, pero si la Iglesia pretende educar, esta educación debe ser cristiana, que en todo caso, tiene bastantes puntos similares con lo que creemos que debe ser el hombre integral. Queremos que el joven despierte y esté preparado para enfrentar la dura lucha'de nuestros días y sea ca­ paz de tener la fortaleza necesaria para soportar las bajezas que hoy pasamos. Por eso celebramos la Semana para Jesús, no por algo an­ tojadizo. Esto será un comienzo para un apostolado que nos conducirá a una vida sin lujos y vicios. Será un hierro candente en nuestras ma­ nos y con él, nuestra juventud quemará la maleza y la suciedad que cu­ bre a la virtud. " " El colectivo de La Pincoya, aunque distraiga con su actitud, es tam - bien muy útil, sólo que no cumple con el oojetivo que nos habíamos pro puesto. Lo malo está que ellos son sesenta que ya no trabajan bajo el alero parroquial y tienen la mejor gente, los mejores actores, la me­ jor técnica. Yo no los ataco. . . serfa atacar a mi aliado, pero no fueron honestos al pensar en hacer ooras fuera de este contexto. Por eso tu - vieron que retirarse. Pero siguen actuando y los impulsaremos lo me- jos posible".

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=