CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

159 .. yos aspectos críticos quisiera comentar brevemente. Una es la función, a partir de la realidad distorsionada ujue he creado, de denunciar. Esta es una cuestión fo diría bascante central por una ra­ zón muy simple *. por la perplejidad que se siente ante un mundo que se impone o trata de imponer. Hay una situación de perplejidad, hay un acto de rechazo. Esta sociedad y este régimen que se ve que se impo­ nen a veces en forma demoledora, se denuncian. Qiisiera señalar algu­ nos problenas que puede acarrear esta función tan necesaria. Por un - lado,hay un riesgo de conformismo : la. denuncia bien alimentada de sí mismo, bien cuidada y "regaloneada". En ese sentido a veces la denuncia suele ser contradictoria con una fun­ ción crftica. O sea la denuncia puede bloquear la capacidad crftica. Uno ve que de repente la gente aplaude en las obras de teatro algunas cosas sin valore, por el snlo hecho de tratarse de una denuncia. Sobre todo en la medida que este teatro se ha ido haciendo un público propio' con la experiencia de la denuncia, se corre el riesgo de sólo confirmar"' impresiones ya adquiridas. Por otro lado, en la incapacidad de pene­ trar más allá, se pasa de la denuncia a la salida fácil. Por ejemplo, se ven muchas obras en que se resuelve el conflicto con un final felfe no problematizador, que alude al vago, sentimiento de una chilenidad de valores ocultos le la que se supone el sujeto popular es portador. Fareciera existir la necesidad de pasar del rechazo a una mínima mués tra de ucopia, como único remedio al catastrofismo, aún sin fundamen­ tos racionales en la historia real y sus contradicciones. Por último, yo diría que esta función de denuncia, al introducir el mò­ do de vida de los sectores populares que sufren la realidad que se denun­ cia, muchas veces corre el riesgo de su caricaturización, convirtiendo enmotivo de humor, dado el tipo de publico que asiste al teatro, una situación que muchos viven como trágica. La segunda función es la función catártica, también esencial y que tam­ bién tiene ciertos riesgos. ói uno recuerda el período 70-73 , hay ahi.ciertas obras, ciertas for’mas de teatro que buscajan de alguna manera sacar a la gente de las experign

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