CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

149. . que conozca lo que se le muestra, no para que lo sufra, dejemos de la­ do formas arisLOtélicas con contenido revolucionario, para verdadera­ mente revoluciona; el ceacro en .odo su aspecto, da una vez por todas no mutilemos la doctrina de Breche, pongamos en acción sus plantea­ mientos teóricos que ahora adquieren una vigencia indiscutible, dejemos que el público sea libre de juzgar las causas de tal o cual conflicto, y más carde las soluciones a sus padecimientos, optemos en definitiva por una alternativa que considere el teatro en su integridad, vigilando cada detalle, cada elemento participante en su montaje. Por esto, pongamos no sólo en contacto al psiquiatra, al sociólogo, al sicólogo junto al dramaturgo, sino también al poeta, al cuentista, al prosista, puesto que estos cumplen la importante función de contribuir al rostro de un pueblo, a delinear sus esquemas, y coloquemos de igual a igual las inquietudes de ambos, no sólo jasándose en obras o novelas terminadas, sino que entrar en los vaivenes misteriosos del acto crea­ tivo, intercambiar experiencias acerca de los modos de trabajo, no re­ cojamos mecánicamente textos sin antes pasar por una experiencia vi­ tal de incerrelación, de crftica mutua. En definitiva abogo por un sobre­ pasar las artificiales fronteras entre un arte y otrer, no discutamos el papel de la poesfa entre puros poetas, la importancia de I 2 novela entre puros novelistas, la del teatro entre teacristas, apelemos a la creación colectiva pero yendo y consultando a otras disciplinas que sólo asf ha­ remos del tema, de la intención, un asunco trascendente y sempiterno. *>¡c j > j ;<

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