CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

1 4 8 . . um respuesta evasiva, donde el público se identifica plenamente con las alegrías y penurias del héroe, frenando un cabal proceso critico, y prestando poca ayuda a la evolución formal del teatro y también del arte en general. Y esto pasa porque en períodos restrictivos, os­ curantistas, violentistas, todo aquello que el sujeto se ve impedido de expresar por el cauce normal de comunicación, la conversación con el vecino, con el compañero de trabajo, e incluso con miembros de su propia familia, por causa de la desconfianza y el terror a la de­ nuncia, y que en la obra siente reflejado, en la mayoría de los casos, cuenta con su anuencia, apoyo, aplauso que muchas veces le obnuvilan no dejando ver más allá, hacia el interior del propio lenguaje teatral, Es una tarea también de nuestros tiempos, no sólo esmerarse en mon­ tar obras, sino que también programar sesiones en que fuera de ayu­ darse en elementos técnicos, concretos, entre el teatro profesional y aficionado, poder llegar a una serla reflexión sobre el teatro y de ahí adquirir una buena base cultural y encontrar lazos sinceros y de ayuda entre los que producen la obra y el público. IV. Así es, un perfeccionamiento en la forma de producción de una obra ar­ tística debe redundar cambien én una recepción mejor, en una mayor edu­ cación del público a quien va destinada. No debemos lejar que la tor - menta que se cierne sobre nosotros, esta batahola irracionad que nos trastoca valores y sentimiemos, nos saque del serio compromiso que la actividad artística implica. Ahora más que nunca es necesario es­ cuchar opiniones como la de Bloch que en corno a este punto dice: "El espíritu tenso debido a 'esortes más estrictos comprende más rápido,, se satisface con meros majaba* , ", Come no aprovechar esca recep­ tividad de esce público áVidó ; pero hay que buscarlo y llevarlo a formas más pulidas, porque en esa medida estaremos construyendo elementos indestructibles que ningún estado de cosas por muy apoyado que esté cor. fuerzas de aire, mar y .ierra, y por todo una mañosa estructura repre­ siva, podrá derribar, porque se traca de elementos eternos, que tienen que ver con la nobleza del hombre, con su aspecto originario, con su esencia de búsqueda y saber, oabemos ambién entonces que este pú­ blico es apto y espera, porque las condiciones así lo han modela-do, nuevas formas y experimentos, que delatan, para usa^ términos vigen­ tes, que el teatro es un organismo .vivo, dinámico. Aprovechemos 12 capacidad de asociación del público, su madurez, pongamos frente a sus ojos la realidad para que se incomode, no para que se identifique, para

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=