CENECA Seminario teatro chileno en la década del 80

1 0 3 . . gazón real y perdurable del arte con los públicos. Al contrario, estos siempre vana tener una fluidez difícil de controlar. En la perspectiva de constituir una política de comunicación alternativa es necesario ligarse a aquellos otros sectores sociales organiza­ dos que están intentando cambi n crear esos nexos propios y au­ tónomos . C. GA 3.CLA-HUIDOB : Yo siento que esa posibilidad se ha visto obs­ truida desde 1978 hasta ahora. Esos espa - cios se han ido cerrando. Por ejemplo, es sintomático el titular de portada que sacó la Revista Que Pasa hace poco. Decía algo asf como : "Teatros y Peñas : la oposición encubierta". Con ello se pretende crear anticuerpos a toda la actividad cultural. Ya "acto cultural" es un término sospechoso. G. MEZA En este asunto hay algunos aspectos prácticos que con­ siderar. Por ejemplo, el aviso en El Mercurio no tiene sentido sino para un público que puede pagar un precio superior. Para funciones populares, El Mercurio no sirve. £1 sistema de los dolantes, en cambio, es muy efectivo. Nosotros llenábamos el teatro a 70 pesos usando este sistema. J.M. SALCEDO Al respecto, voy a contar una experiencia. En 1978 es­ tábamos dando una obra ("Bienaventurados los Pobres") en una sala grande de 1200 butacas. La afluencia de púolico era re­ gular. No alcanzaba por supuesto a copar la sala, pero s í una chi­ ca de 200 a 250 butacas. Un día por una decisión absolutamente es­ pontánea, un locutor de la Tadio Chilena anunció sólo dos veces que ese día habría una función gratis. Nosotros nos sorprendimos bas­ tante cuando a las siete de la tarde empezaron a llegar masas de gente. 3e llenó el teatro e incluso quedó gente afuera. Subimos de 200 a 1.400 personas de un viaje. De tal manera que esta adecúa - ción de los medios de comunicación a los obj etivos de cada grupo teatral es algo real. Es algo que hay que saber manejar.

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