Volumen 3: integración de TIC-S

VOLUMEN 3: INTEGRACIÓN DE TIC’S 45 decididamente hacia el desarrollo. En ese contexto, consideramos que a la clase magistral, que en muchos aspectos sigue estando plenamente vigente, debe adicionársele algunos usos complementarios, tanto en la implementación de un curso de derecho, as como en su metodolog a de ense anza, y en los contenidos pertinentes de los programas acad micos, y de los Syllabus de cada asignatura. As , por ejemplo, podemos considerar que es complementario a una asignatura de derecho, no sólo la mera presentación en algún formato digital (PPts, Prezi o similar), sino, además, la aplicación de medios, tales como sitios webs que, durante la clase nos permitan recabar información normativa (leyes, decretos, dictámenes), jurisprudencia administraba o judicial, as como exámenes de doctrina, relevantes. Asimismo, podrá ser importante, el empleo de Flipped o cápsulas de contenido preciso, en materia legal, previamente preparadas por el profesor, acerca de un resumen de la clase que se desarrollará; o bien, un contenido introductorio a la misma, de manera que el alumno pueda conocer los aspectos más significativos, en relación a materias que se puedan ense ar en esa cátedra. Estos flipped pueden ir asociados a v deos de pel culas, musicales, o simplemente a lecciones o art culos cient ficos que nos permitan contextualizar la materia tratada. Tambi n se puede ocupar una bibliograf a principalmente Online, que nos permita acceder a textos que se encuentren en distintas bibliotecas, cualquiera sea el lugar en que se encuentre el texto en cuestión. Asimismo, es posible invitar a exponer a algún profesor mediante el expediente de una teleconferencia convencional o conference call; o bien, v a SKYPE, WhatsApp, Google Hangouts u otra aplicación web, lo cual nos permite acceder directamente a los propios planteamientos de ese autor. Lo anterior, no tiene que ver con aquello que nos se ala Coloma, en cuanto a una zona de desarrollo actual y una zona de desarrollo próximo, como lo propone Lev Vygotsky (Coloma, 2005), puesto que aqu lo que está en juego no es, necesariamente, el proceso de aprendizaje, sino más bien, las opciones que el estudiante tiene para acceder a dicha zona de desarrollo. Presencialmente o de manera virtual, el profesor puede o no, cometer los mismos errores que hace referencia Coloma, esto es, “Si el discurso es sencillo lo aprenderemos autónomamente; si es exageradamente complejo, de nada nos sirve lo que dice el profesor pues no lo ha conectado con nuestros conocimientos previos.” (Coloma, 2005) En tal sentido, como dice este autor, “la asistencia a clases (presencial o virtual) resulta un despilfarro de recursos que los estudiantes (…) son capaces de medir y tomar as decisiones estrat gicas en orden a dedicar su tiempo a otras actividades más provechosas.” (Coloma, 2005) La enseñanza moderna del derecho No obstante, lo anterior, existe un aspecto principal que debemos tener presente al momento de considerar una ense anza moderna del derecho. Se trata de la vinculación educador-educante, que, de alguna manera, por las caracter sticas de la ense anza tradicional, supedita al profesor como un maestro que todo lo sabe, y al estudiante, tal como advierte Coloma, a una suerte de “recipientes a ser llenados”. (Coloma, 2005) En efecto, el estudiante de derecho, hoy en d a, no es únicamente, el egresado del último a o de estudios medios, de tan sólo dieciocho a os de edad, que tiene un mundo por descubrir.Actualmente, el estudiante de derecho puede ser un joven reci n egresado del colegio, pero tambi n un adulto con una carrera anterior; no es un estudiante pasivo que lo único que desea es recibir conocimiento, sino es un sujeto que tiene múltiples estimulaciones, que provienen principalmente del fácil acceso que tienen las personas a la información y las comunicaciones, a trav s de las plataformas tecnológicas y multimediales. Por lo tanto, el desaf o en la ense anza del derecho es mucho mayor, ya que debe considerar factores que antes no se ten an por qu tener presente, tales como la existencia de estudiantes más activos y cr ticos; de comunidades tematizadas que interactúan entre ellas, y que, muchas veces, defienden intereses comunes, aunque est n a gran distancia unos de otros; y la exigencia de una actividad profesional que, cada vez más, exige una especialización en temas transversales, muy especializados.

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