Volumen 3: integración de TIC-S
VOLUMEN 3: INTEGRACIÓN DE TIC’S 43 La enseñanza del Derecho como una experiencia de Innovación Waldo L. Parra Universidad de Chile wparra@fen.uchile.cl Resumen: La ense anza del derecho tiene muchos aspectos que se deben corregir, no sólo para que los futuros abogados salgan mejor preparados para enfrentar el mercado laboral, sino para elevar los estándares educativos en la ense anza del derecho, acordes a los que se espera de una sociedad que avanza decididamente hacia el desarrollo. El estudiante de derecho puede ser un joven reci n egresado del colegio, pero tambi n puede ser un adulto con una carrera anterior; no es un estudiante pasivo que lo único que desea es recibir conocimiento, sino es un sujeto que tiene múltiples est mulos que provienen, principalmente, del fácil acceso que ahora tienen las personas a la información y las comunicaciones, a trav s de las plataformas tecnológicas y multimediales. En este contexto, la ense anza del derecho puede constituirse en un modelo de innovación, sobre todo considerando las caracter sticas en que tradicionalmente se desenvuelve. Palabras claves: Derecho, Ense anza, Innovación. Introducción La ense anza del Derecho, la mayor a de las veces, sino todas de ellas, se caracteriza como una actividad acad mica muy tradicional. 10 (Squella, 1994 y 1988) Y lo anterior, no sólo es una consecuencia que los contenidos o los procedimientos fundamentales que se utilizan en la aplicación del Derecho son objeto de pocas modificaciones a trav s del tiempo 11 , o dicho en simple, son casi siempre los mismos principios, los mismo conceptos, y los mismos modelos de aplicación del derecho 12 , sino porque la forma de entregar estos conocimientos siempre ha sido muy similar. 13 La figura del profesor de vestimenta formal que se pasea frente a un grupo de alumnos, igualmente formales, recitando, prácticamente de memoria, los art culos del Código Civil, suelen determinar que a este tipo de carreras se les denomine de tiza y pizarrón. 14 A este respecto, Coloma es enfático, al utilizar la figura del profesor Binns, en se alarnos algunas de las frecuentes cr ticas que suelen deslizarse acerca de lo que llama “prácticas pedagógicas” (Coloma, 2005) en la ense anza del Derecho. Estas se pueden resumir en “el carácter enciclop dico de la formación en ciencias jur dicas, pues los contenidos que se pretende que llegue a dominar el estudiante ser an excesivos (…); el nfasis exagerado en la memorización como objetivo de aprendizaje, (…); la obsolescencia de los programas de las asignaturas y la escasez de interdisciplinariedad de los aprendizajes; el abuso de la clase magistral como forma de interacción entre profesor y estudiante; como tambi n, la transmisión de una concepción del abogado como mero aplicador de la legislación.” (Coloma, 2005). El mismo Coloma nos entrega lo que considera algunas de las principales causales de la permanencia de un sistema de ense anza del Derecho basado en un modelo tradicional. Dichas causales ser an concebir la Ciencia del Derecho como Dogmática Jur dica, entendiendo por dogmática aquello que es aceptado sin 1 Algunos como Barahona han sindicado nuestro pasado hispánico como una de las causas para explicar “nuestro modo de entender y aplicar el Derecho.” (Barahona, 2010). 2 Consideremos que la Reforma Procesal Penal, en Chile, ocurrió como un hecho único, despu s de prácticamente cien a os sin cambiar, salvo de una manera epid r- mica, cualquier procedimiento judicial. 3 González reconoce una suerte de corporativismo en el mundo jur dico, especialmente en la judicatura, que llevaba a cabo una tarea básicamente silog stica del Derecho. (González, 2003, p. 295) 4 Estas afirmaciones deben, sin embargo, considerar aquella poca de cambio social que fue la d cada de los 60, en el siglo XX; que, tal como se ala Sierra, fue cerce- nada, pues el golpe militar de 1973 “marca el inicio del fin de aquellas reflexiones sobre la sociedad chilena que, como la que se ocupaba del derecho y el cambio social, eran una variante de las ideolog as de la modernización vigentes en la poca.” (Sierra, 2002, p. 5) 5 Hoy por hoy, podr amos reemplazar la tiza por un puntero digital, y la pizarra por una presentación en PPt. 1 2 3 4 5
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